Además de previsiones relacionadas con la actividad del sector, la planificación del Documento de Regulación Aeroportuaria para el ciclo 2022-2026 también incluye un apartado reservado a las inversiones necesarias para el correcto mantenimiento de las instalaciones. En el caso del aeropuerto de Burgos la administración pública ha inyectado en este periodo un total de 2,8 millones y en este 2025 se acometerá la mejora y refuerzo del vallado perimetral del complejo.
En 2022 se modernizó la flota de vehículos para la mejora de la respuesta operativa del Servicio de Salvamento y Extinción de Incendios (SSEI). Además, se incorporaron nuevos medios técnicos para el centro de operaciones. Ya en 2023 llegó el turno de la actualización de la señalización del vial perimetral a la altura del mencionado Servicio de Salvamento, el cual cuenta con un depósito de combustible de reserva. También se adquirieron nuevas mamparas para definir las salas de atención a las emergencias. Del mismo modo se hizo hincapié en el tratamiento superficial de pista y la nivelación del terreno del área de seguridad de extremo de pista (RESA 22) y se habilitaron las acometidas de los puntos de recarga para vehículos eléctricos.
Por último, el pasado año se adquirió un vehículo eléctrico para el Puesto de Mando Avanzado (PMA) y se instaló un nuevo sistema de mando y presentación (SMP) para aumentar las prestaciones y la seguridad de la instalación inaugurada en 2008.