Hace un año el área de Tráfico del Ayuntamiento cambió la señal existente al inicio de la calle Arco de San Esteban prohibiendo el paso de vehículos con la excepción de los pertenecientes a los residentes cuando se dirigen a los garajes. Sin embargo, no ha tenido un efecto disuasorio, según aseguran los residentes en esta calle que se inicia junto al Centro de Arte de la Fundación Caja de Burgos (CAB) y termina en la esquina del colegio Saldaña, frente al arco. Sí han logrado que las familias que dejan o recogen a sus hijos en el centro educativo ya no la usen y estacionen en vías aledañas. 

Los residentes aseguran que no ganan para sustos, dado que salen de sus portales o garajes pensando que no va a pasar ningún coche y se llevan la sorpresa. También les ha ocurrido lo mismo a turistas que acuden a visitar el CAB o la iglesia cercana o los escolares que acuden andando al colegio. «La señal de prohibido es clara, pero no se respeta y seguimos con el mismo problema. Además, la calle carece de acera y es un peligro cuando salimos de los portales. Son siempre los mismos, ya que se lo saben», aseguran desde las comunidades de propietarios.

Y es son numerosos los conductores que deciden utilizar esa pequeña calle para evitar subir al Castillo para dar la vuelta y volver al centro de la ciudad a pesar de su estrechez en una parte de ella, la que da al edificio del colegio. Por no hablar de las que utilizan el último tramo como aparcamiento a pesar de la línea amarilla y de las numerosas multas que pone la Policía Local. 

Las comunidades de propietarios van a pedir una entrevista con el nuevo concejal de Tráfico, José Antonio López, para plantearle esta situación. De hecho, la Policía Local se comprometió en su día a hacer un informe tras hacer un seguimiento en el que se recomendó el bolardo aunque la decisión depende de Tráfico. Todas las calles peatonales cuentan con pivotes, sin ir más lejos la cercana calle Pozo Seco, de modo que sorprende que no se coloque en Arco San Esteban.