Los dueños de los perros lo habían solicitado muchas veces: espacios de esparcimiento para sus mascotas en los que estas pudieran correr sueltas y sin molestar o asustar a otros viandantes menos amantes de los animales. En diciembre de 2020 fueron anunciados por el Ayuntamiento y en abril de 2022 se abrieron. Ha pasado poco más de un año y en todo este tiempo las críticas de quienes los utilizan no han cesado, fundamentalmente por la falta de equipamiento. Un ejemplo es el ubicado entre el Camino de Villalón y la calle Óscar Romero, en el barrio de Fuentecillas: el suelo de la zona vallada aparece reseco como consecuencia de la sequía, con zonas sin césped, faltan sombras y bancos en los que hacer más cómoda la estancia a los propietarios de los canes, que tienen que permanecer de pie y a pleno sol mientras sus mascotas corren sin ataduras.

Y no es la única zona de estas características que se encuentra en la misma situación. Los usuarios de las que se encuentran en otros puntos de la ciudad han vertido a través de redes sociales comentarios parecidos, incluso a los pocos meses de ponerse en funcionamiento.

El concejal de Medio Ambiente, Carlos Niño, explicó que se van a interesar por estas instalaciones, que se hará un análisis del uso que la población ha dado de las mismas y se estudiará qué tipo de mantenimiento necesitan. De lo que sí se mostró partidario inequívocamente es de que se coloquen bancos para que los dueños de los perros puedan sentarse mientras los animales corren sin correa.

Aspecto que presenta el parque canino de Fuentecillas: un secarral sin bancos ni otros servicios. - Foto: Luis López Araico

Hay una parte de la dejadez que se puede encontrar en este espacio que no se puede achacar a los responsables municipales sino a los usuarios ya que este espacio en concreto contenía -al menos la semana pasada- bastantes excrementos de los animales repartidos sobre el césped. Cierto es también que el expendedor de bolsas estaba vacío pero el edil llamó a la responsabilidad de los usuarios en el sentido de recoger la suciedad de sus propios perros.

Esta situación coincide en el tiempo -será a partir del día 29 de este mes- con la obligatoriedad de que todos los perros, independiente de su raza (antes solo estaban obligados los potencialmente peligrosos), dispongan de un seguro de responsabilidad civil. Se trata de una medida incluida dentro de la Ley de Bienestar Animal para hacer frente a los daños que pueda provocar la mascota a terceros.

Los precios oscilan entre los 25 y los 30 euros y existen algunos seguros del hogar que lo incluyen.