El talento en Spotify y las raíces en Zazuar

C.G. / Aranda de Duero
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Mathias trabaja como ingeniero en la plataforma musical y confiesa que nunca ha sentido más libertad que cuando disfrutaba de los veranos en su pueblo de la Ribera

A la izq., Mathias Aboudou vive entre Francia y Reino Unido. Arriba, de niño, junto a su madre en los veranos en Zazuar. Abajo, María de la Luz, su abuela, de 98 años en los viñedos familiares. - Foto: DB

Para Mathias Aboudou, Zazuar significa familia, vacaciones e infancia. Este joven, descendiente de la localidad, cuenta que tanto para su madre como para su abuela, el pueblo quedó marcado en ellas, aunque tuvieran que dejarlo atrás buscando una vida mejor. Aun así, a pesar de la distancia, siempre vuelven, porque sienten que tienen una raíz que les ata a esta tierra.

Actualmente, Mathias trabaja como ingeniero en una de las plataformas de reproducción de música más reconocidas a nivel internacional, Spotify. Cuenta que resulta muy complicado explicar su trabajo, sobre todo porque lo desarrolla totalmente en inglés, pero aclara que tiene que ver con la capacidad de esta aplicación de poder reproducirse en un dispositivo y controlarse desde otro. «Una de las cosas que hago es lo que llamamos conect. Si escuchas música en tu televisión, desde tu teléfono puedes ver lo que está sonando», apunta. 

Su tarea en esta empresa tiene que ver, sobre todo, con las cosas que los usuarios no podemos ver, la programación que está por detrás y que consigue que todo funcione correctamente. Un trabajo muy técnico que tiene la suerte de poder hacer desde casi cualquier lugar del mundo. «Cada año puedo cambiar de punto de teletrabajo. Ahora mismo vivo entre Inglaterra y Francia», relata el ingeniero.

Sin duda, esta flexibilidad supuso la principal razón por la que el pasado verano decidió volver después de muchos años a Zazuar. Una vez aquí y tras conocer la existencia de iniciativas que le permitían contar con un lugar de trabajo, como el espacio de coworking Ribering, Mathias no descarta que esta zona pueda convertirse en uno de sus próximos destinos desde los que ejercer su empleo y desde luego, está seguro de que va a pasar largas temporadas por su pueblo.

«Mi abuela tuvo que irse de Zazuar a Tánger con sólo 15 años», cuenta. Allí, se casó y tuvo dos hijos, cuando salió de Marruecos, decidió empezar una nueva vida en Francia, pero hasta que se estableció, dejó a la madre de Mathias y a su tío, con 7 y 8 años en su pueblo natal. Esta temporada en la Ribera marcó tanto a su madre que se convirtió en un referente para ella. A partir de entonces, todos los veranos disfrutaban de sus vacaciones en la casa familiar.

«Mi madre falleció hace unos años, pero siempre tuvo en su corazón y en sus recuerdos a Zazuar», dice. Su abuela ya ha cumplido 98 años y su edad le dificulta los viajes en avión que hasta hace muy poco, todavía hacía para volver a su tierra.

«El pueblo es donde pasaba todos mis veranos hasta los 21 años. Vivía en París, pero Zazuar me daba la libertad. Podía volver a casa más tarde, veía las gavillas para asar, las bodegas... todo me parecía impresionante», añade. Presume de que cuando viene y le preguntan responde «soy el nieto de la Luz» y dice que, sigue siempre atento a las historias que todavía le cuenta su abuela.