Una vez más la empresa Urbas no cumplió con su palabra. La Consejería de Sanidad había dado un ultimátum fijando el 1 de junio como fecha de reinicio de los trabajos del centro de salud del Silo o de lo contrario la única salida era rescindir el contrato. Durante la jornada de ayer no se produjo ni un atisbo de movimiento que hiciera indicar la vuelta al tajo. No se vio a operarios, ni material ni máquinas. En el entorno de la obra solo se escuchaba el viento y se observaba a cuatro jubilados sentados frente al esqueleto de la que es una necesaria dotación sanitaria que ya podía estar funcionando si nada se hubiera torcido desde que comenzara a levantarse en 2019.
El consejero de Sanidad, Alejandro Vázquez, todavía confía en que Urbas cumpla la palabra dada hace una semana en una reunión que mantuvieron con responsables de la empresa. Pero lo cierto es que no se ve movimiento alguno a pesar de que Urbas pagó el montante que debía a las dos subcontratas,- o al menos eso le dijo a la Junta-, que se estaban ocupando de los trabajos de electricidad y climatización. Una vez dado este paso, la idea era que ambas subcontratas volvieran al trabajo, pero no ha sido así.
De modo, que aunque era lo último que quería la Consejería de Sanidad, lo más probable es que se rescinda el contrato por incumplimiento. Vázquez siempre ha asegurado que Urbas, tras la compra de CHR que era la adjudicataria, estaba interesado en culminar una obra que supera los 5 millones de euros, impulsada por una administración como la Junta que siempre paga, pero los reiterados parones dan muestra de lo contrario (...).
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