El campus universitario de Miranda ya es una auténtica realidad. La UBU comenzó ayer el curso académico con el grado en Tecnologías Digitales para la Empresa, aunque, según parece, esta titulación será solo la primera de las que llegarán a la ciudad del Ebro. La vicerrectora de Docencia, Begoña Prieto, explicaba que están «estudiando» incluir más estudios en la nueva sede del ITM y describía que deberían ser «titulaciones con una fuerte demanda» para garantizar que estén abocadas al «éxito». Sobre los ámbitos en los que desearían cimentar la ampliación de su oferta, apuntaba que «las ramas sanitarias y tecnológicas son las que en este momento tienen tirón y en las que la Universidad de Burgos es fuerte», aunque al mismo tiempo aclaraba que «son decisiones que deben tomarse a futuro por parte del equipo rectoral».
En cualquier caso, tras años de trabajo, la vicerrectora se mostraba ayer satisfecha con el comienzo del grado dual en la ciudad del Ebro. Es más, explicaba que la propia universidad estrenaba su campus en Miranda «con muchísima ilusión y muchas expectativas», ya que han logrado atraer a «un buen grupo de alumnos interesados». Incluso, Prieto bromeaba diciendo que al final van «a acabar con lista de espera». Lo cierto es que, por ahora, no se han llenado las plazas, pero sí se ha conseguido un número nada desdeñable. De los 25 huecos máximos, la UBU ha completado 18. Además, la responsable de Docencia comentaba que se había captado a «un abanico muy diferente, desde personas que vienen desde la empresa para hacer su formación a estudiantes de nuevo ingreso clásico para un grado universitario».
Prieto no se equivocaba. Si bien es cierto que la mayor parte de los alumnos matriculados eran hombres, entre ellos los había de edades variadas y de procedencias muy distintas. Aunque, por su puesto, un buen número tenía DNI mirandés. Por ejemplo, Rubén Alonso, un joven de la ciudad, celebraba que ya se disponga del campus en el ITM. Desde su punto de vista, esta inauguración se alza como una «suerte» porque, en su caso, tener esta titulación tan cerca le «facilita las cosas». Además, el muchacho mostraba una confianza plena en la UBU, ya que esperaba «recibir una buena educación para llegar a tener un puesto en una empresa con un sueldo estable». Como él, su 'compatriota' Adrián Urbina reconocía que le parecía «muy bien» que la universidad se haya instalado en el municipio, dado que «es algo que ha abierto las puertas a más personas que puedan venir (...)».
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