Los 17 indicios contra Ángel Ruiz por el triple crimen

I.E. / Burgos
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El carpetazo de la causa es provisional, pero deja en vía muerta un caso del que en julio se cumplirán 20 años y lega la sombra de un presunto asesino en serie

Registro policial a las pertenencias de Ángel Ruiz en La Parte de Bureba en diciembre de 2021. - Foto: Luis López Araico

Armas blancas
Los análisis practicados sobre las armas blancas requisadas en los registros de las propiedades de Ángel Ruiz no hallaron restos de ADN alguno en sus hojas. De uno de los cuchillos, de hoja bicortante, 21,5 centímetros de largo y 2,8 de ancho, los forenses concluyeron que «permitía explicar la mayor parte de las lesiones que presentaban los cadáveres». Sin embargo, el fiscal advierte de que sus dimensiones no concuerdan con las mencionadas por la UDEV (Unidad Central de Droga y Crimen Organizado) en un atestado de 2007. De las improntas que dejó el arma blanca en el piso de Jesús María Ordoño (en el cristal de la puerta del salón y en la sábana de la cama de Álvaro), los investigadores concluyeron que el cuchillo medía 9 centímetros de longitud y 2,5 de anchura máxima en su parte inferior.

La herida de mayor profundidad hallada en los cuerpos fue de 10 centímetros -con un margen de error de un centímetro en el cadáver de la mujer- y el resto de «una profundidad mucho menor». Si se practicaron con el cuchillo de 21,5 centímetros de hoja hallado en los inmuebles de Ángel Ruiz habría que concluir que se «habría introducido un máximo de 10 centímetros, lo que no parece concordar con la extrema violencia de los ataques infligidos, puesta de manifiesto en los informes forenses». El investigado declaró que esa arma se hallaba en la buhardilla donde fue encontrada desde los años 80 y el informe que hizo la Sección de Análisis de Conducta de la Policía Nacional sobre ese testimonio es que fue de una «alta honestidad». 

Huellas de pisada
Sobre la huella de pisada en sangre encontrada en el escenario del crimen se practicaron numerosas pruebas, con el fin de identificar el modelo de zapatilla Dunlop al que pertenecían y con el objetivo de establecer el número de pie que calzaba el asesino. Sobre el primer extremo los técnicos de la marca alemana no se ponen de acuerdo, por lo que podrían ser unas Navi o unas Green Flash. De la talla, oscila entre el número 43 y el 45. En la casa de Ángel Ruiz fue hallada una caja de zapatillas Dunlop Max Flash del número 43. De manera que la Fiscalía concluye que no se puede acreditar que las zapatillas de la caja hallada en las propiedades del investigado presentaran la misma suela a la de la huella dejada por el autor en el lugar de los hechos. Porque los modelos no coinciden.

Golpes en la puerta
El Laboratorio de Biomecánica Deportiva de la Universidad Politécnica de Madrid hizo un estudio para establecer la estatura del asesino en función de la altura a la que dejó la huella en la puerta de la habitación de Álvaro al echarla abajo. Si la patada fue a la altura de la pelvis, es decir, 95 centímetros, el análisis señala que el sujeto tendría una altura de su pelvis similar a la media española (94,8 centímetros) y por tanto su estatura sería en torno a la media del país, 169,9 centímetros.  Si el asesino impactó perpendicularmente y con la pierna de apoyo estirada la altura del autor se hallaría entre 163 y 177 centímetros. El investigado mide 1,76 metros, pero el auto advierte de que el examen parte de «premisas muy concretas y desconociendo en qué circunstancias se dio aquella patada».

Llaves
Cuando en 2012 la Guardia Civil investigaba la muerte de Rosalía Martínez, vecina de Ángel Ruiz, fueron halladas en las propiedades de éste numerosas llaves, entre ellas las del Ayuntamiento de La Parte de Bureba, con la que los investigadores consideran que pudo acceder al despacho de Salvador Barrio y arrebatarle las de su domicilio de Burgos. Sin embargo, la alcaldesa que sucedió a Salvador en el cargo declaró que la llave de Ángel no era la de la oficina del alcalde. Él se defendió diciendo que la cogió con permiso después de la reforma del Consistorio del pueblo. 

Pintadas
Ángel Ruiz fue condenado en 2010 por haber realizado pintadas ofensivas en el panteón donde fue enterrado Salvador Barrio. En ellas se leía «cabrón, hijo puta, cerdo, puta». El investigado negó que los insultos fueran dirigidos a Salvador. El análisis de su declaración que hizo la Sección de Análisis de Conducta de la Policía estableció que fue de una «alta honestidad».

Acelerones
Varios vecinos de La Parte de Bureba declararon que el investigado dio varios acelerones a su tractor en la finca situada junto a la Iglesia el día del entierro de Salvador, al parecer con «la intención de ofender». Se trata, según el auto, de «una mera presunción no debidamente acreditada».  

Testigo protegido
Un testigo protegido que fue compañero en prisión indicó que en un momento dado, al ser preguntado por su nerviosismo por la investigación contra él, afirmó: «No he dicho que yo no haya sido». También insultó gravemente a Julia Dos Ramos y subrayó, a cuenta de los registros, que él no era tan tonto de esconder cosas en sus propiedades. La fiscalía advierte de que «en un contexto carcelario no ha de extrañar la ambigüedad expresada al hablar de su participación en los hechos» y destaca que en ninguna de sus manifestaciones Ángel Ruiz da datos significativos sobre los crímenes. 

Catalanes
Un funcionario de prisiones declaró que Ángel le comentó lo siguiente: «Oiga jefe, a estos presos políticos catalanes les van a dar el indulto y yo que estoy aquí por un alcalde, nada». El auto considera que la expresión no tiene significación inculpatoria. 

Móvil del odio
Distintas declaraciones testificales han puesto de manifiesto el odio que Ángel Ruiz sentía por Salvador y su mujer. El móvil del odio «parece el más plausible pero no se pueden descartar otros», aclara la Fiscalía, que agrega que «no puede afirmarse que el investigado sea la única persona que pudiera tener tal motivación para realizar los hechos». Y recuerda que Salvador recibió amenazas telefónicas en los meses previos a los crímenes.

Guantes
En la sábana de la cama del matrimonio fueron halladas unas marcas con el símbolo CE, que pudieron ser producidas por una prenda o guantes. Unos de éstos aparecieron en la casa de Ángel Ruiz, pero el auto señala que «ese símbolo es muy común y su posesión no prueba nada». No se hallaron restos biológicos en ellos.

Personalidad
Sobre Ángel Ruiz se han realizado numerosos análisis de personalidad que le describen como una persona agresiva (pegaba a sus padres), que padece un trastorno paranoide con graves alteraciones de conducta. Sin embargo, «como indicio estos rasgos poseen una potencialidad débil». 

Capas de ropa
Cuando la Guardia Civil investigaba la desaparición de Shibil Angelov unas cámaras de seguridad lo captaron en la estación de autobuses vistiendo varias capas de ropa, igual que cuando fue detenido el 11 de febrero de 2013. El autor del triple crimen no dejó manchas de sangre fuera de la casa, por lo que se especuló que pudo cambiarse antes de salir llevando varias capas de ropa. «Pero se trata de una posibilidad no acreditada». 

Llaves del piso
El autor del triple crimen tuvo que entrar en la casa con unas llaves, ya que no había signos de forzamiento de la puerta blindada y la primera agresión se produjo en la habitación del matrimonio, con lo cual nadie fue a abrirle. Como Ángel Ruiz sustraía y se apoderaba de llaves ajenas existía la posibilidad de que hubiera robado las del piso de Jesús María Ordoño, pero «no hay prueba directa de que Ángel Ruiz tuviera esas llaves».

Conocimiento
La Fiscalía y el juzgado están de acuerdo en que el triple crimen tuvo que ser planificado, pero no dan valor probatorio al hecho de que el investigado conociera bien a las víctimas y que eligiera Burgos y no La Parte de Bureba para matarlos, pues en la capital no estaban ni el hijo mayor, Rodrigo, ni el hermano de Salvador, Félix.

Audi A6
Tras los crímenes el autor se pudo llevar las llaves del Audi A6 de Salvador y un teléfono y un DNI de Julia. En los inmuebles de Ángel Ruiz fueron hallados móviles y documentos de identidad que no eran de él, pero ninguno de ellos eran los efectos de los Barrio dos Ramos.

Oportunidad
Ángel Ruiz se hallaba solo en La Parte el día del crimen (su padre estaba ingresado) por lo que pudo coger la furgoneta Nissan Vanette de su progenitor para ir hasta Burgos, «pero solo es una hipótesis».

Otros hechos
El auto judicial resta valor probatorio al hecho de que Ángel Ruiz fuera condenado por matar a su vecina Rosalía Martínez y de que fuera investigado por la desaparición de Shibil, causa que está archivada.