Caminar por las calles de los barrios de Burgos estos días es ver muchas persianas bajadas. Bares y comercios aprovechan estas fechas festivas para irse de vacaciones. La escasa presencia de clientes en la capital, unido al puente del 15 de agosto, hace que se junten dos factores que impulsan este hecho. En los hosteleros, sin embargo, es distinto porque, como apunta Enrique Seco, presidente de la Asociación de Restaurantes, Cafeterías y Bares de Burgos, "la falta de personal está haciendo que establecimientos que no cerraban otras temporadas, en esta se vean obligados a hacerlo".
Esta semana de agosto es una de las preferidas por los hosteleros de los barrios para cerrar y disfrutar del periodo vacacional. Los del centro, sin embargo, tienen que mantenerse abiertos con el objetivo de dar servicio a la cantidad de turistas que vienen a Burgos durante estos días entre los que se incluye el puente del 15. Así lo constata Seco. "Para nosotros esta es nuestra semana fuerte del año por la afluencia de visitantes, pero para los bares de los barrios es bastante factible coger vacaciones porque es cuando más clientes les faltan".
En el centro, según el presidente de la Asociación de Restaurantes, Cafeterías y Bares de Burgos, se opta más por cesar la actividad en septiembre. La duración de estos ceses depende de cada propietario, pero "la media está entre los 10-12 días", algo que se ve refrendado en los carteles que figuran a la entrada de los establecimientos, dado que muchos dejan por escrito los días en los que se van a ausentar para que su clientela lo pueda tener en cuenta.
Las terrazas lucen sin mesas ni sillas en algunos establecimientos de Gamonal. - Foto: Sara IbáñezLos bares del centro ven "imposible" cerrar en estas fechas por la alta demanda
Otros, sin embargo, optan por poner letreros en los que indican cierres más breves. María trabaja en uno de los bares de la zona sur y tiene en la ventana un anuncio que comunica ausencia de servicio los sábados por la tarde y los domingos completos. "Sí que tenemos clientes pero nos falta personal. A la gente que trabaja la tenemos que dar un descanso y eso nos obliga a cerrar" apunta la hostelera. Temporales también son las paradas que realizan quienes apuestan por parar únicamente los días del puente, aprovechando que el gran atractivo está en las fiestas de los pueblos a los que emigra la ciudad.
En la zona de Fuentecillas numerosas terrazas se encuentran vacías. No hay sillas ni mesas que acrediten actividad. Sandra, sin embargo, trabaja de camarera en uno de los bares de la zona y nota que hay "bastante menos gente". Aún así es de las cafeterías que se pueden mantener abiertas porque se han coordinado su jefa y ella para repartirse las vacaciones y así no tener que cerrar por completo. "No cerramos porque somos dos. Cuando yo me cojo vacaciones se va ella y viceversa".
Esta es una de las fórmulas que, según Enrique Seco se reproducían en otras campañas. Actualmente, con la falta de personal no se pueden efectuar estas rotaciones que permitían tener el negocio abierto durante gran parte de la temporada estival.
El éxodo de burgaleses se refleja también en las plazas de aparcamiento que quedan libres en barrios en los que habitualmente cuesta estacionar. Pero hay quien se queda en Burgos y se ve obligado a cambiar el lugar habitual en el que toma el café. Es el caso de Luchi, vecina de la zona sur que nota "bastante" la caída de gente. Sin clientes muchos bares optan por cerrar y ella se tiene que desplazar más allá de lo que son sus barras habituales. "Tenemos que irnos más lejos a tomar una caña", declara en uno de los establecimientos que permanecen abiertos.
La falta de personal está haciendo que establecimientos que no cerraban otras temporadas, en esta se vean obligados a hacerlo"Enrique Seco, presidente de la Asociación de Restaurantes, Cafeterías y Bares de Burgos
Otro ejemplo es el de José Antonio, vecino de Gamonal. "Yo creo que este verano se ha extendido a más bares el cierre, vas por la calle y ves muchas persianas bajadas de sitios que antes no paraban". Como anécdota cuenta a su vez que en zonas determinadas las partidas de cartas de las tardes han cambiado de emplazamiento dado que el personal de los lugares habituales se ha ido de vacaciones.
Vacaciones diferentes. La situación de la hostelería a menudo resulta distinta a la del resto de profesiones. Tal y como destaca Enrique Seco, "nuestras vacaciones no son como las del resto, nosotros tenemos una o dos semanas y vamos aprovechando la temporada baja o los momentos bajos". En el centro, con la afluencia de turistas, en agosto es "imposible" cogerse una semana libre y se opta más por hacerlo en las primeras semanas de septiembre.
A la falta de personal se suma la ausencia de jóvenes, tal y como apunta el propio Seco, que quieran emplearse en la campaña estival. "Antes era muy habitual una persona joven que quería trabajar durante los meses de verano y ahora cuesta mucho encontrarlo". El presidente de la Asociación de Restaurantes y Bares, destaca que no es solo la hostelería donde falta gente para trabajar, si no que es "un problema que viven la mayoría de los gremios".
Por último él también resalta que "la pandemia nos ha enseñado que tenemos que descansar. En septiembre se podría mantener el establecimiento abierto pero tenemos que descansar y vivir". Esta semana que viene algunos bares seguirán con la persiana bajada, pero es el puente del 15 de agosto el que suele hacer que buena parte de la hostelería decida tomarse un descanso en los barrios de la capital.