Ni las sanciones de hasta 800 euros, ni la persecución policial, ni el hartazgo de los vecinos de Briviesca consiguen frenar al grupo de vándalos que utilizan cualquier pared para plasmar sus firmar. El Ayuntamiento, consciente del problema existente, ofrecerá un servicio gratuito de limpieza de grafitis que ensucian las fachadas de las comunidades de vecinos de toda la ciudad. 

El acuerdo alcanzado entre ambas partes -necesario para actuar- contempla afrontar la inversión requerida con fondos municipales para eliminar las pintadas, tanto el material empleado como la mano de obra del personal contratado para ello. Según la información que aporta sobre este proyecto la concejala de Hacienda, Marta Álvarez, a lo largo de este ejercicio se ha realizado un «censo que incluye fotografías» de todas los dibujos que 'decoran' los edificios municipales, privados y el mobiliario urbano, con el fin de mantener un control y empezar a limpiar. Independientemente de que estos inmuebles se sitúen dentro del casco histórico o fuera, el Consistorio actuará a su favor «solo sobre el grafiti, no en el resto de la fachada», aclara la edil.

Más allá del cauce del río Oca, que hace tiempo que se convirtió en lienzo para los 'artistas', se han detectado cientos de pintadas en edificios públicos como los polideportivos, el templete de la Plaza Mayor o en el parque La Florida. Calles como Medina, Mayor, Santa María Encimera, avenida Mencía de Velasco o Reyes Católicos son algunos de los viales céntricos más damnificados por un mayor número de actuaciones incívicas que pueden estar sancionadas con multas importantes. Pocas paredes, portales, lonjas, persianas o bancos se libran a pesar de que la ordenanza de protección a la convivencia ciudadana califica las pintadas, escritos, inscripciones y grafismos en bienes públicas y privados como infracciones graves, cuya sanción implica una multa que irá de los 201 euros hasta los 800. Fuentes municipales afirman que la «Policía Local ha sorprendido mientras pintaba a más de una persona, alguna de ellas menores de edad y reincidentes». Sin embargo, nada más que interponer la sanción que corresponda está en sus manos.

Desde el Ayuntamiento pretenden implicar a toda la ciudadanía en la erradicación de las inscripciones que estropean las fachadas de numerosas construcciones y precisa de su colaboración para intentar localizar a los detractores. Sin embargo, los propietarios de estas viviendas denuncian que los autores «suelen actuar casi siempre de noche y resulta muy complicado su identificación porque tapan sus rostros». Agradecen la medida adoptada por el equipo de gobierno y confían en que la ciudad ganará atractivo.