El Burgos CF sumó el pasado sábado su tercera derrota lejos de El Plantío. Tres de tres. El equipo no acaba de carburar a domicilio y Jon Pérez Bolo terminó el partido enfadado y así lo expuso en la sala de prensa del Carlos Belmonte. Acusó a los suyos de «falta de valentía», así como señaló que no comenzaron el encuentro con la intensidad suficiente, lo que provocó que el cuadro blanquinegro regalara el primer periodo a su oponente.
Lo cierto es que el entrenador burgalesista ha sido crítico con los suyos en cada una de las derrotas que ha recibido el equipo esta campaña. En el choque ante el Levante, el correspondiente a la segunda jornada de Liga, el equipo encajó dos goles casi consecutivos en el tramo final del primer periodo y Bolo así lo analizó: «Nos hemos confundido en esos últimos cinco minutos de la primera parte, no los hemos sabido jugar. Son dos errores importantes, sobre todo el segundo, que nos han penalizado». A lo largo de la semana también se refirió a este mismo partido y señaló que debían ser «más fiables en defensa».
En El Molinón, en la cuarta jornada, la historia fue diferente, pero el final el mismo. El cuadro asturiano marcó en el último suspiro y el Burgos pecó de pardillo. «Nos equivocamos nosotros. En el minuto 97 tenemos el balón. Si no has podido ganar en 97 minutos, no puedes conceder un ataque al Sporting en la última jugada», comentó tras el choque.
Bolo no se esconde y sus comentarios dejan muy claro que no le está gustando el equipo en los partidos fuera de casa. Los datos hablan por sí solos. Los siete puntos que tiene el cuadro blanquinegro los ha sumado en casa, donde ha recibido un gol y ha marcado tres. Por contra, a domicilio ha encajado siete, ha logrado marcar cuatro y aún no ha puntuado.
Contrasta la solidez del equipo como local, habiendo dejado la portería a cero en sus dos últimos partidos, con los problemas que está teniendo en área propia cuando juega como visitante. De momento, Jon Pérez Bolo no ha conseguido que se vea el equipo que quiere cuando juega fuera. Destaca algunas fases de esos tres partidos, pero es consciente de que en una calificación global el equipo no ha estado bien.
Falta «de valentía, de intensidad o de fiabilidad» son palabras que el propio entrenador ha utilizado a la hora de analizar a su equipo. También se ha referido en varias ocasiones a «estar juntos», concepto que le está faltando al equipo cuando no juega al abrigo de su afición.
Por el momento, la situación no es preocupante, ya que el equipo ya ha sumado siete puntos. La sensación es que el vestuario aún no ha asimilado lo que quiere el cuerpo técnico, sobre todo en los partidos de fuera de casa, donde paradójicamente la escuadra castellana ha marcado más goles y ha creado un buen número de ocasiones.
Uno de los datos positivos para ver el vaso medio lleno es que, pese a los errores y las circunstancias que han rodeado estos tres encuentros, en todos ellos el equipo ha tenido opciones de puntuar. Donde más cerca estuvo fue en El Molinón, mientras que también en el Ciudad de Valencia y en el Carlos Belmonte el Burgos apuró sus posibilidades hasta el final.
Lo que parece claro es que la mejor versión de los blanquinegros surge cuando le golpean, cuando el partido se pone cuesta arriba. Contra el Levante se adelantó, pero cuando más apretó fue después de recibir tres goles. Reaccionó ante el Sporting de Gijón una vez que el cuadro gijonés se adelantó y dominó la primera parte. Mientras que contra el Albacete desperdició la primera mitad y mostró una mejor cara en la segunda.