Las brujas siempre atraen

A.C. / Medina de Pomar
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Clara Dies, con raíces en Valdivielso, y Javier Prado han escrito e ilustrado un libro que recorre la multitud de casos de brujomanía que se vivieron en España entre los siglos XV y XVIII. Lo presentan este sábado entre Medina y Oña

Javier Prado Coronel y Clara Dies, con un ejemplar de ‘Breve viaje por la España de las brujas’. - Foto: DB

Su abuela Pilar Ysern de Arce, de Arroyo de Valdivielso, le habló de como las brujas se reunían en Cernégula, 30 kilómetros al sur de Valdivielso. Hay leyendas populares que hablan de que su laguna está encantada y si corres alrededor y le das tres vueltas, desapareces. Ese punto de la provincia de Burgos alimentó el interés de Clara Dies, ilustradora y concept art, y acabó siendo el punto de partida del libro Breve viaje por la España de las brujas, que ha escrito e ilustrado con Javier Prado Coronel. Este sábado se presenta en la Casa del Parque de Oña (17 horas), con una cata de quesos El Carluque y vinos de Pretium (plazas en el 626199675). Por la mañana estarán sus autores en el Museo de las Merindades (11) de Medina de Pomar y como anticipo, Josu Olabarria guía esta tarde una ruta a la cueva de Sagredo (Condado de Valdivielso), con narración dramatizada de Noviembre Nocturno

Con la visión de un viajero de finales del siglo XIX que va investigando sobre el terreno, el libro de más de 200 páginas, gran formato y 178 ilustraciones realizadas con diferentes técnicas, desde la acuarela a los grafitos o la plumilla, recorre la multitud de casos de caza de brujas o brujomanía que se produjeron en España entre los siglos XVy XVIII. Prado y Dies coincidieron en el tiempo y el espacio en 2021 con la publicación casi simultánea de Monstruos ibéricos: ogros y asustaniños españoles, de él, y Bestiario de Tierra y Tinta, de ella. Sus intereses comunes unieron sus caminos y nació un libro que en la plataforma de micromecenazgo Verkami recaudó en solo dos horas la petición inicial. Las donaciones alcanzaron los 60.000 euros para una primera autoedición y después lo ha seguido editando Sugaar.

Ambos buscan diferenciar entre lo que hay de realidad y de creencia popular y lo hacen incluso con los distintos tipos de ilustraciones. Clara Dies, una auténtica experta que junto a Prado se ha documentado en los juicios a estas mujeres, habla con soltura de las brujas primigenias o pirenaicas, «muy arraigadas y que venían de mitologías antiguas, de quienes se decía que mataban niños o ganado de noche», de las hechiceras, «a quienes se pagaba por hacer hechizos», de las inocentes acusadas de brujería, de las que se inventó la iglesia o de las que invocaban al diablo. «Hay una difícil barrera para diferenciarlas», alerta la escritora, pero existe.

El libro rememora como en Cernégula se reunían brujas que huían de Cantabria o Navarra y hechos como la «tragedia de Pancorbo», donde en 1621 se ajustició a varias vecinas por brujería, a pesar de que el inquisidor Alonso Salazar y Frías, trataba entonces de poner coto a la creencia en las brujas tras los juicios de Logroño (de 1609 a 1614), donde se envió a la hoguera a 11 personas de Zugarramurdi.

A Pancorbo «llegó tarde», rememora Dies, quien también explica como Prado localizó un registro de que en Villarcayo se reunían brujas, aunque no ha logrado saber el lugar exacto. En Castilla y León, la autora destaca El Bierzo, donde han localizado «una barbaridad de curiosidades».