Un cortocircuito en una de las 10 naves de la granja Queriber de Covarrubias provocó la muerte de unas 200 cerdas, la mayoría de ellas asfixiadas. Afortunadamente, la alarma saltó de inmediato y permitió a los dueños reaccionar a tiempo y alejar al resto de los animales que se encontraban dentro de la instalación del fuego y sobre todo del denso humo que provocó.

El siniestro ocurrió alrededor de las 14.15 horas de ayer en las instalaciones que se encuentra a la orilla del río Arlanza, en la carretera que va de Puentedura a la villa rachela. Al siniestro acudieron bomberos del Parque de Lerma y efectivos de la Guardia Civil, aunque a su llegada apenas quedaba ya fuego, puesto que se extinguió rápidamente.

Afectó principalmente al techo de la nave y a solo una parte de la fachada exterior, si bien un tabique frenó rápidamente su expansión por el resto de las dependencias. Los trabajadores que se encontraba cerca acudieron de inmediato y nada pudieron hacer por los animales que se encontraban en la zona del fuego,«sobre todo por seguridad del personal. Si entras ahí, te puedes quedar», explica Fernando Chico. Sin embargo, sí lograron «salvar a los que estaban más cerca», añade (...).

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