Si todo marcha según lo previsto, el Ayuntamiento de Aranda de Duero comenzará a cobrar la tasa del agua a mediados de mayo, después de que en abril se terminen de realizar las lecturas de los contadores. Esta labor llevaba sin efectuarse desde el cuarto trimestre de 2021 y ha generado un 'agujero' de unos 2,3 millones de euros en las arcas municipales. Con la contratación de dos lectoras y de un ingeniero a finales de diciembre, se ha empezado a desatascar un asunto que aún tardará varios trimestres en solventarse por completo. En lo inmediato, los arandinos se enfrentan al pago de siete facturas a lo largo de 2024. El primer cobro se efectuará, previsiblemente, a mediados de mayo y corresponde al consumo de agua que se hizo durante el último trimestre del año 2022.
Posteriormente, mes a mes, el Consistorio irá cobrando el resto de atrasos. Es decir, los cuatro trimestres de 2023 que están pendientes. Así las cosas, los vecinos pagarán en junio la factura relativa al primer trimestre de 2023; en julio la del segundo trimestre de 2023; en agosto no habrá cobro, ya que en ese mes suele pasarse el IBI; en septiembre abonarán el consumo de agua correspondiente al tercer trimestre de 2023 y en octubre, el del cuarto trimestre de 2023, como figura en el calendario fiscal que se ha buzoneado en los domicilios.
Una vez abonado el consumo de 2023, que se recomienda domiciliar, llegará el momento de ponerse al día con los pagos de este año. Pues bien, a mediados de noviembre se pasará la factura correspondiente al primer trimestre de 2024 y en diciembre, la del segundo trimestre de 2024.
Ya en enero de 2025, los arandinos tendrán que pagar la tasa del agua del tercer trimestre de 2024, mientras que en febrero de 2025 asumirán la factura del cuarto trimestre de este año. A partir de este punto no debería haber atrasos. Así, en abril de 2025 se procedería al cobro del agua del primer trimestre de 2025 y, por tanto, se estaría por fin al día. Según explica el concejal de Hacienda del Ayuntamiento de la capital ribereña, Guillermo López, en cada factura se va a pagar el término fijo más un sexto de la lectura real, dado que hay seis trimestres pendientes de pago. Como la lectura de los contadores no se efectúa desde finales de 2021, con la que se está realizando ahora por parte de las nuevas trabajadoras se va a conocer el consumo total de todo este tiempo, en conjunto. «Como no se puede saber lo que se ha gastado trimestre a trimestre, se cuenta el global y se divide en seis partes iguales. No es posible tener datos parciales, de ahí que se vaya a cobrar en seis facturas de igual importe», subraya el edil.
Pues bien, con esta fórmula, los arandinos pagarán siete recibos del agua este año frente a los cuatro habituales y otros cinco en 2025 (dos corresponden a 2024 y los tres restantes ya serán de 2025). El del último trimestre de 2025 se abonará en 2026, ya que el agua se cobra a trimestre vencido.
«Nula gestión». Detrás de este panorama se esconde «la nula gestión de personal» por parte del anterior equipo de gobierno, como critica López. A ello se suma «la nula adecuación del sistema de gestión tributaria, que dejaron sin planificar». Así que ahora Sentir Aranda, IU-Podemos y Ciudadanos han «arrancado desde cero». Y eso que, como añade el concejal de Hacienda, los ingresos anuales por la tasa del agua rondan los 2,3 millones de euros, una cantidad considerable, y que ese dinero debería servir para financiar inversiones como la nueva conducción desde la localidad de Tubilla del Lago.
A las citadas nuevas contrataciones, pronto se sumarán tres auxiliares para la gestión del servicio y posibles reclamaciones.