El HUBU ampliará sus búnkeres llegar a más pacientes de cáncer

GADEA G. UBIERNA / Burgos
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El Hospital Universitario de Burgos invertirá 5 millones en crear un tercer búnker para un nuevo acelerador lineal, más preciso con menor dosis, que permitirá sustituir los actuales sin afectar a la asistencia

La entrada a Radioterapia, junto a Rehabilitación, también cambiará. - Foto: Valdivielso

En el plazo de un año, aproximadamente, Radioterapia del HUBU tendrá las instalaciones preparadas para iniciar la reposición de sus dos aceleradores lineales (el equipo con el que se trata el cáncer), lo cual permitirá atender a más enfermos oncológicos con menos sesiones, menor dosis y toxicidad, pero con mayor precisión. Tras más de una década de actividad, es un cambio de tecnología necesario en el hospital -sobre todo si se tiene en cuenta que cada vez hay más pacientes oncológicos- pero que no puede hacerse sin más; requiere de una obra inicial larga, compleja y costosa porque hay que crear un tercer búnker que permita la sustitución de los aparatos sin parar en ningún momento la actividad de dos aceleradores lineales. 

En total, y según confirmaron fuentes oficiales de la Consejería de Sanidad, la reforma y la reposición del primer equipo conlleva una inversión de 5 millones, que ascenderá a 7,5 millones cuando se cambie el segundo acelerador. Todo ello está previsto en el contrato con la concesionaria, Eficanza, que es propietaria del inmueble de la avenida Islas Baleares y de todo su contenido hasta 2035.

El traslado del General Yagüe al HUBU se completó en junio del 2012, pero Oncología radioterápica tuvo que seguir atendiendo en el Divino Valles hasta finales del verano del 2013 porque la instalación de los aceleradores lineales se retrasó. Cada uno de estos equipos de altísima tecnología tiene que colocarse en el interior de un búnker con paredes muy gruesas (entre 1,5 y 2 metros) a base de un tipo de hormigón específico -baritado- que impide que la radiación que se le administra al enfermo de cáncer salga. Para comprender por qué esta medida de seguridad es la principal dificultad técnica, en Sanidad explican que una sala de rayos x convencional se 'forra' de unas planchas de plomo de unos 5 milímetros, pero la energía que emite un acelerador lineal exige hormigón pesado en cantidad.

Así, esta es la parte más compleja de la obra que debería empezar en las instalaciones de Oncología Radioterápica este mismo otoño. De hecho, el cronograma prevé que la concesionaria, Eficanza, presente el proyecto en la segunda quincena de octubre, para que la Consejería de Sanidad lo revise y apruebe. A partir de ahí, empezaría a correr el plazo de ejecución de la obra, que es de 12 meses y tiene dos partes: el búnker (unos 450 metros cuadrados entre el hueco para el equipo, dos consultas, dos salas de atención, vestuarios para los pacientes, almacén y un espacio específico para calcular la dosis de radiación que necesita cada paciente (dosimetría); y otra zona para consultas, salas de espera para los pacientes y de trabajo para los profesionales, despachos y un nuevo acceso (otros 650 metros cuadrados). En total, Radioterapia gana una superficie de algo más de 1.000 metros cuadrados que ya están disponibles, porque uno de los puntos fuertes del HUBU es que se diseñó con la idea de que podía y debía 'crecer'. Así que en el segundo sótano del bloque I (junto a Rehabilitación, en el extremo este del edificio si se le mira de frente) hay espacio para este nuevo búnker, que será el tercero.

El acelerador, a la vez. Sin embargo, el complejo asistencial tiene dos aceleradores y la idea a medio plazo es mantener la actual dotación, que se cree suficiente para la demanda de Burgos. Máxime si se tiene en cuenta que ahora se trata también a pacientes de Soria, pero en un plazo de dos años deberían poder recibir la radioterapia sin salir de su provincia.

Así, el tercer búnker se crea para poder renovar los dos equipos por otros de nueva generación y con mayores prestaciones sin interrumpir la asistencia en ningún momento. Para ello, casi a la vez que comience la obra (estimada en 2 millones) se iniciará el proceso de compra de un nuevo acelerador lineal (entre 2,5 y 3 millones) para que pueda instalarse en el otoño del 2025, a la vez que se finalice la ampliación de Radioterapia (que afecta también a Radiofísica y a Protección Radiológica).

En ese momento, se apagaría uno de los dos equipos instalados en 2013, se desmontaría y su búnker quedaría vacío, mientras los pacientes siguen siendo tratados de forma simultánea en otros dos equipos: el nuevo y otro de once años. Pero esta situación, y siempre según la Consejería de Sanidad, apenas durará unos meses, porque el búnker 'liberado' debería ocuparse «de forma consecutiva» con otro nuevo, para que, en la primavera del 2026 todos los enfermos con necesidad de radioterapia sean tratados en equipos de nueva generación, con menor toxicidad y prestaciones más avanzadas .