Entre el 1 de noviembre de 2008 y el 26 de diciembre de 2010, las zonas de ocio de la ciudad estuvieron en el punto de mira. La violencia, siempre presente a determinadas horas de la noche en lugares como Las Llanas o Las Bernardas, ofreció su cara más dramática. Tres jóvenes fallecieron y otro más quedó gravemente herido por agresiones cometidas en el exterior de los bares de copas. Unos hechos que no sólo provocaron una absoluta condena social, sino también movilizaciones multitudinarias para solicitar más seguridad en las calles. Los autores de estos hechos fueron juzgados y condenados a diferentes penas que, a día de hoy, han cumplido.
El primer nombre que aparece escrito en esta crónica negra de la noche burgalesa es el de Iván Herrero. Este joven soriano de 19 años, estudiante de formación profesional en el Padre Aramburu, salió la madrugada del 1 de noviembre a celebrar una fiesta de Halloween a un local de la plaza de La Flora. En un momento de la noche, en plena calle, trató de mediar en una discusión que mantenían sus amigos con otro grupo y recibió un puñetazo de E.H.H., conocido como El Pelayo, que en ese momento era menor. El golpe le hizo caer contra el suelo y se abrió el cráneo. Los médicos no pudieron hacer nada por salvarle la vida.
Por este crimen estuvo imputado, además de El Pelayo, Daniel O.V., quien finalmente fue absuelto. El autor material del puñetazo fue condenado a tres años y medio de internamiento en régimen semiabierto en el centro de menores María Zambrana. Llegó a fugarse en una ocasión durante uno de los permisos y estuvo más de un año en paradero desconocido, pero terminó cumpliendo su condena.
Multitudinaria manifestación tras la paliza a Sergio Izquierdo en 2010. - Foto: Luis López AraicoApenas unos meses después de esa agresión mortal, el 10 de mayo de 2009, un camarero de 25 años, Jonatan Gómez, acababa de salir de trabajar cuando se cruzó con un grupo de chavales que le pidieron un cigarro y que él les negó. Las cámaras de un bar cercano grabaron cómo recibió una multitudinaria paliza que acabó con su vida frente al pub 7.70, en la Llana de Afuera. Las investigaciones posteriores sólo permitieron identificar a cuatro personas que se sentaron en el banquillo de los acusados de la Audiencia Provincial.
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