Los dirigentes más importantes del ciclismo mundial se encuentran este jueves en Burgos, escenario de la Asamblea General de la AIOCC (Asociación Internacional de Organizadores de Carreras Ciclistas), así como del Comité Director. Los máximos responsables de las tres grandes vueltas por etapas, Christian Prudhomme -Tour de Francia-, Mauro Vegni -Giro de Italia- y Javier Guillén -Vuelta a España- están presentes en un evento en el que también acuden miembros de la UCI (Unión Ciclista Internacional) y en el que se tomarán decisiones que influirán en el futuro de este deporte.
La Asamblea tiene lugar desde las 10 de esta mañana en la biblioteca del Monasterio de San Agustín y en ella se iban a tratar temas como el calendario de 2025 -el de 2024 está ya cerrado-, medidas contra el dopaje, nuevos materiales y reglamentos con respecto a las bicicletas, aunque sobre todo se iba a hacer hincapié en un aspecto tan importante y que los organizadores quieren cuidar con esmero como es la seguridad en ruta.
Los dirigentes del ciclismo están estudiando un nuevo método para sancionar a todos los integrantes de una prueba ciclista, desde los corredores, a los coches de invitados, de equipos o de la prensa, en el que existen una serie de amonestaciones que son semejantes a las tarjetas en el mundo del fútbol.
Aroma burgalés. Marcos Moral, que sigue siendo el presidente de la AEOCC (Asociación Española de Organizadores de Carreras), fue premiado en la pasada Asamblea por su trayectoria profesional y mañana se le hará entrega de su galardón, mientras que Sonia Martínez, la directora de la Vuelta a Burgos femenina, tenía previsto intervenir en el acto para trasladar a los asistentes un informe sobre el ciclismo femenino en 2023.