El Burgos CF femenino comienza este domingo una nueva temporada en la que quiere mirar hacia arriba. La pasada campaña se quedó con la miel en los labios después de acabar segundo en la tabla clasificatoria de Tercera RFEF, solo superado por el Eibar B, y este curso quiere dar ese paso que le faltó en el anterior.
Tania Güemes será por segunda campaña consecutiva la máxima responsable técnica del equipo. Asegura que el objetivo es acabar«lo más arriba posible» y no le asusta hablar de ascenso o de play off, aunque recuerda que deben tener los pies en el suelo. La ambición es máxima, aunque también la prudencia, ya que el cuadro blanquinegro afrontará una competición muy exigente y en la que los rivales «se han reforzado bien».
Las reglas han cambiado con respecto a los ascensos y serán los dos primeros clasificados los que subirán de forma automática y el tercero jugará un play off. La Federación ha abierto la mano en este aspecto y si el conjunto burgalesista es capaz de repetir el anterior curso alcanzará el ascenso.
La juventud es la seña de identidad de una plantilla que tiene 18,8 años de edad media. Han subido de las categorías inferiores varias jugadoras, mientras que se han ido del equipo por diferentes circunstancias futbolistas que aportaban mucha experiencia tanto en el vestuario como en el terreno de juego.
Sandra y Mery, dos piezas indispensables la pasada temporada y que formaban parte de la columna vertebral del equipo, no seguirán. Tampoco estará Oriana, por lo que el Burgos pierde a otra de sus veteranas. Por contra han llegado al equipo jugadoras como Lara,Eider o Raquel. Todas ellas tienen 16 años y en este inicio de campaña pueden tener un importante protagonismo, ya que las bajas por lesión de Irene y Cata provocarán que el cuerpo técnico tenga que buscar soluciones en la plantilla y alguna de ellas puede comenzar siendo protagonista. «Lo de apostar por la cantera se trata también de una filosofía de club en la que se trata de dar oportunidades al talento joven», comenta.
Crecimiento. Todo lo anterior hace pensar que el equipo debe ir a más a lo largo de la temporada. Algunas de sus piezas deberán adaptarse a la categoría y será el paso de los partidos lo que las vaya asentando. «Creo que será un equipo en crecimiento constante y en este inicio las nuevas deben ir entendiendo la idea del cuerpo técnico. Todo indica que iremos de menos a más», explica la entrenadora.
Los rivales serán duros y Güemes entiende que el Bizkerre y el Athletic C, dos recién descendidos, pueden convertirse en oponentes muy complicados a lo largo del curso. También habla del Añorga, su primer rival liguero este domingo (Castañares, 16 horas), y advierte de que las guipuzcoanas tienen un bloque muy fuerte. «Será un duro reto para comenzar», concluye.