Entrar en un vestuario justo detrás de una personalidad tan arrolladora como la de Luis Enrique tenía sus riesgos. El asturiano, fulminado después del mal papel de España en Qatar'22 (eliminados en octavos de final ante Marruecos en la tanda de penaltis), era una figura polarizante que había dejado muchos adeptos entre los futbolistas… y muchos enemigos afuera: la opinión pública estaba dividida, pero el hecho de que él reclamase los focos para proteger a sus jugadores sentaba bien dentro del vestuario.
Luis De la Fuente (Haro, La Rioja, 21 de junio de 1961) era consciente de ello y decidió ser 'más padre' con ellos que el propio Luis Enrique y, al mismo tiempo, calmar las aguas del entorno. Una táctica 'buenista' que, en este país, solo encuentra acomodo en los resultados. Y el tiempo, a punto de cumplirse dos años de su nombramiento como seleccionador absoluto, le ha dado la razón. El plan de Luis funciona.
La guardia
La opinión pública recelaba inicialmente de un 'funcionario' como De la Fuente, hombre fuerte en el organigrama de la Federación Española desde 2013 (su mayor logro en el banquillo había alcanzado la Segunda B, con el filial del Athletic y el Alavés) y enamorado del fútbol de cantera que encontró un hueco propicio tras el fiasco del último Mundial. Detrás estaban sus títulos en las categorías inferiores: campeón de la Euro'15 y Juegos Mediterráneos'18 con la sub'19, de la Euro'19 con la sub'21, subcampeón olímpico en 2020…
El riojano decidió dar una continuidad lógica al trabajo de Luis Enrique. Al fin y al cabo, al asturiano le tocó acometer la reestructuración 'post Del Bosque' que Julen Lopetegui no tuvo tiempo de terminar. Y 'Lucho' tiró de la juventud… mucha de ella, internacional en diversas 'rojitas' a las órdenes de De la Fuente.
Hoy, el seleccionador apuesta abiertamente (y con acierto, a tenor de los resultados) de esa guardia pretoriana, futbolistas a los que ha visto crecer, a los que en cierta medida ha moldeado, sabiendo que le responderán en todo momento. Parte del 'núcleo duro' está representado por Morata, Fabián, Olmo, Merino y Oyarzábal, futbolistas que fueron campeones sub'21 de Europa hace cinco años… y absolutos el pasado verano. Y de otros como Cucurella, Pau Torres, Pedri o Zubimendi, medallas de plata en Tokio hace tres. Con un esqueleto de 'fieles', su labor aglutinadora de talento ha sido más llevadera.
Debutantes
En sus 27 encuentros al frente de la absoluta, De la Fuente ha hecho debutar a 22 futbolistas. Por comparación con Luis Enrique, a quien consideraron casi un 'revolucionario' por cambiar tanto sus convocatorias, el porcentaje de 'novatos' del riojano es mucho mayor: en los 47 partidos del hoy técnico del PSG hubo 32 debutantes.
Luis ha probado en todas las líneas: Remiro en la portería; David García, Le Normand, Fran García, Pedraza, Grimaldo, Vivian, Cubarsí, Sergio Gómez o Paredes en defensa; Baena, Sancet, Riquelme, Aleix García, Fermín López, Casadó o Barrios en el mediocampo; y Joselu -su primer estreno-, Bryan Zaragoza, Ayoze Pérez o Samu en ataque.
A pesar de las bajas, el equipo le sigue funcionando. En la renovadísima lista de estos dos últimos compromisos, la 'España B' conquistó Dinamarca y la 'España C' cerró un año colosal en Tenerife tumbando a Suiza. «Trabajamos con una lista grande de futbolistas, sabiendo que todos pueden funcionar y ser útiles en cualquier momento», afirmó en su día el riojano, un hombre feliz tras un 2024 histórico.
Éxito total
Sin contar amistosos, España ha disputado 13 partidos este año con un balance increíble de 12 victorias y un solo empate (en total, han sido 14 triunfos, segunda mejor marca histórica en un solo año tras 2008 y 2009, dos empates y una sola derrota, la encajada ante Colombia en Londres, 0-1, en marzo). Una trayectoria que acerca al equipo al 'número uno' mundial del 'ranking' de la FIFA: llegó a ser décima en 2023, subió a la octava posición en junio de 2024, antes de conquistar Europa... y ya es tercera, a solo 15 puntos de Francia y a 39 de Argentina.
Con De la Fuente, la 'Roja' ha disputado 27 partidos, con dos títulos (la Euro'24 y la Liga de las Naciones'23) y un balance de 22 victorias, tres empates y únicamente dos derrotas (la segunda, el 2-0 ante Escocia en la fase de clasificación para la Euro). Todo esto, con 68 goles a favor y 19 en contra. El porcentaje de éxito, es del 85,2 por ciento… el mayor de cualquier seleccionador en la historia de la absoluta. Hasta la fecha, el 81,5 que había logrado Lopetegui (13 victorias y 5 empates) era el mejor de todos con un mínimo de partidos reseñables: hasta la llegada de Kubala (1969-1980) ningún técnico había pasado de 18 encuentros.
Luis Aragonés (38-12-4) fue el primero en superar la barrera del 75 por ciento de éxito y llegó hasta el 77,7, un número que prácticamente clavó Vicente del Bosque en sus 112 partidos dirigidos (84-10-18): 77,%. Luis Enrique, cambio a cambio y en una época de turbulencias, 'solo' logró 26 victorias en 47 partidos (más 14 empates y siete derrotas), lo que dejó su 'puntaje' en el 65,2, cifras más propias de los años 90 con Javier Clemente (68,7) o José Antonio Camacho (68,9).