La Gerencia Regional de Salud (Sacyl) ha aprobado la primera prórroga del contrato firmado en 2021 con Recoletas para que este hospital privado de Burgos capital atendiera a pacientes de la sanidad pública con necesidad de tratamiento para la recuperación del lenguaje, el habla, la voz o la audición. Así, por esta primera ampliación de la adjudicación Sacyl pagará 174.086 euros hasta finales de noviembre de este año, cuando el contrato vuelve a perder vigencia y habrá que decidir si se extiende a lo largo de otros doce meses o si vuelve a sacarse a licitación pública.
El detalle de la prórroga, disponible en la Plataforma de Contratación del Sector Público, explica que con este importe Sacyl paga la atención de 321 personas. La mayoría de los procedimientos contratados (205) tienen como objetivo resolver problemas relacionados con la disfonía; es decir, con la pérdida de voz y, ya, en los casos más extremos, afonías. En la gama de patologías incluidas en la disfonía invertirán casi 100.000 euros (99.984, en concreto) y, como en cualquier otra externalización, todos los pacientes tienen que ser derivados desde la sanidad pública.
Aunque en menor cantidad, se contrata asistencia para 'anomalías funcionales dentofaciales' (65), pérdida del lenguaje por daño cerebral (afasia, 20 tratamientos), dificultades para articular bien tras un daño cerebral (disartria, 8), trastornos de la fluidez (también 8), implante coclear (7), laringectomías (4), determinados trastornos del desarrollo del lenguaje por sordera (1). A esto añaden tres consultas únicas; es decir, en las que se estima que el problema se va a resolver con una sola visita al especialista de Recoletas.
Ya en el HUBU. Esta prórroga de la externalización del contrato de logopedia, que entró en vigor a principios de diciembre del año pasado, pero se ha formalizado ahora, es la primera que Sacyl aprueba tras autorizar la incorporación de dos logopedas en el HUBU.
La dirección del complejo asistencial reclamaba desde hacía más de un lustro poder contar con especialistas de esta categoría en su plantilla, pero hasta finales del año pasado no consiguió la autorización de Sacyl para hacerlo.
Sin embargo, los profesionales recién incorporados se dedican casi en exclusiva a solucionar problemas relacionados con la deglución de los pacientes ingresados y, en cambio, no abordan nada de la parte relativa a la recuperación del habla, del lenguaje, de la voz o de la audición.