El ‘caso Gómez’ vivió ayer un nuevo capítulo pero previsiblemente no será el último. El concejal de Cultura pidió al alcalde,Javier Lacalle, el «relevo» de todas sus responsabilidades de Gobierno aunque seguirá manteniendo su acta de concejal dentro del grupo del Partido Popular en aras de poder «restituir en lo posible el honor y la dignidad que injustamente se me han arrebatado».
La decisión la toma cinco meses después de que Diario de Burgos destapara que había cobrado «indemnizaciones sustitutorias» durante varios años del Ayuntamiento por viajes que ya tenía pagados por otros entes financiados con dinero público como la Asociación Plan Estratégico y la Fundación Proyecta (ver DB de 22 de septiembre de 2015).
Durante este tiempo el concejal ha mantenido que actuó «de buena fe» y de «forma legal, transparente y supervisada» pero los grupos de la oposición forzaron la apertura de una comisión de investigación, que concluyó con la petición de dimisión o cese del edil respaldada por 17 votos de los 27 que conforman el Pleno (PSOE, Imagina, Ciudadanos y la concejala no adscrita) y la exigencia de que devolviera los 4.533 euros al demostrarse que habían sido cobrados «indebidamente».
Lejos de cumplirse los acuerdos del Pleno, Fernando Gómez continuó al frente del Instituto Municipal de Cultura y ostentando el resto de responsabilidades que tenía delegadas (Turismo, Festejos, Educación, Almacenes Municipales, coordinador del Fórum, Patrimonio Histórico y Consumo) lo que enervó a la oposición, que comenzó a bloquear el funcionamiento de este organismo autónomo. También boicotearon su intervención en un Pleno, saliéndose al pasillo y regresando cuando concluyó.
La situación se hizo tan insostenible que a finales de enero el alcalde anunció su «cese temporal» en la presidencia de este organismo hasta que el Tribunal de Cuentas o el Consejo de Cuentas dictaminaran sobre el proceso y nombró a la edil que hasta ese momento era la vicepresidenta, Lorena de la Fuente. Las aguas de la oposición tampoco se calmaron con este paso y también se revolvieron en las filas del propio Partido Popular cuando Gómez pidió la revisión de las dietas de 19 viajes ya abonados (16 objeto de la comisión de investigación) y presentó gastos por otros 21 nuevos. Algunos de sus compañeros de filas nunca respaldaron su forma de proceder ni tampoco el tratamiento que el alcalde, Javier Lacalle, ha estado dando al caso.
El encuentro que mantuvieron el jueves Lacalle y el presidente provincial del PP, César Rico, fue determinante para forzar una salida al caso aunque no la deseada porque Gómez se resistía a dejar su acta de concejal para que entrara el siguiente de la lista. También podría haber pasado a formar parte del grupo mixto pero ello dejaba al PPcon 9 concejales. Finalmente, se optó por el cese de todas sus responsabilidades de Gobierno y el alcalde se lo trasladó a Gómez en la mañana de ayer.
Ferocidad y saña
Por la tarde, el concejal envió un comunicado a los medios de comunicación en el que denuncia «una acción de persecución hacia su persona con una ferocidad y saña fuera de cualquier canon que se considere digno de un representante público y anteponiendo la batalla partidista a los intereses generales. «Les aseguro que ha sido casi una cacería humana», indica.
Pese a ello, añade que, si ha cometido algún «error», espera que «un informe claro y minucioso, que hasta ahora no se ha emitido, así lo demuestre» y no descarta «pedir perdón y las excusas que todos los burgaleses se merecen» en el caso de que fuese necesario.
Gómez afirma que ha sido «un lujo» estar al frente de la actividad cultural y turística de la ciudad y ha agradecido al Partido Popular, y, en especial, a Javier Lacalle por confiar en él, así como a los trabajadores del Instituto Municipal de Cultura y Turismo y otras secciones municipales por su «eficacia e ilusión» y, por último, a los burgaleses, que de una u otra manera han hecho «fácil y satisfactorio este trabajo».
Fernando Gómez seguirá asistiendo como edil del PPa las comisiones informativas y a los plenos pero se quedará como ‘concejal sin cartera’, según confirmó el mismo aunque no quiso hacer declaraciones y se remitió en todo momento al comunicado. «A pesar de todo, ha merecido la pena trabajar por y para esta magnífica ciudad de Burgos y no duden que lo seguiré haciendo», concluye.
Reparto de tareas
Paralelamente, el alcalde decidirá el lunes el reparto de las seis responsabilidades que hasta ahora tenía Gómez entre el reto de los ediles del grupo(según informó en la web oficial del Ayuntamiento), así como también la dedicación exclusiva que hasta ahora tenía el edil.
Aunque renuncie a todas sus responsabilidades todavía está pendiente el acuerdo plenario para que reintegre las cantidades cobradas indebidamente. El área de Tesorería inició el pasado 10 de febrero el expediente, vía decreto, para solicitarle que devuelva los 4.533 euros cobrados indebidamente. Gómez dispone de 15 días para presentar alegaciones, que posteriormente tendrán que ser informadas jurídicamente, según informó el concejal de Hacienda, Salvador de Foronda. De modo, que el trámite será largo.
El concejal afectado asegura que no se han cumplido las «mínimas garantías constitucionales» en este procedimiento, que calificó de «irregular». «El decreto de petición de cantidades se dictó sin mediar ninguna instrucción ni traslado ni comunicación previa y en el que no se tienen en cuenta los escritos que envié en relación con las cantidades abonadas a la Asociación Plan Estratégico y a la Fundación Proyecta».
Cabe recordar que el 15 de enero el edil decidió proceder a la regularización de los gastos de los viajes en los que participó y consignó ante notario dos talones por valor de 2.759,54 euros y 2.030,64 euros a favor de las dos entidades a las que el propio edil había generado los gastos.