De prácticas... al pueblo

L.M. / Burgos
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Cerca de una veintena de jóvenes estudiantes burgaleses han apurado esta semana una de sus primeras experiencias laborales y, además, lo hacen en localidades de la provincia gracias a un programa del Gobierno y las universidades

Andrea Ibáñez y Alexandra Fernández han hecho prácticas en el Ayuntamiento de Canicosa de la Sierra y en la Residencia de Ancianos de Espinosa de los Monteros, respectivamente. - Foto: f2estudio y DB

Durante el verano los pueblos son uno de los destinos predilectos por miles de burgaleses para pasar unos días de vacaciones, reencontrarse con viejos amigos o disfrutar de sus fiestas patronales. Además de todos estos alicientes, algo más de una veintena de jóvenes estudiantes han escogido alguno de los muchos municipios de la provincia para realizar un periodo de prácticas laborales.

La iniciativa Campus Rural, impulsada por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico en colaboración con 41 universidades públicas españolas, llega este verano a 250 localidades menores de 5.000 habitantes por todo el país en las que más de 400 alumnos están haciendo sus pinitos profesionales en todo tipo de ámbitos. La rama de ciencias sociales, jurídicas y humanidades copa un 65% de las prácticas, frente al 35% que suponen las ingenierías y las titulaciones vinculadas a ciencias de la salud.

En el caso de la provincia de Burgos la proporción es más acusada, ya que apenas son cinco los jóvenes que están trabajando en áreas técnicas frente al resto -hasta superar la veintena- en otras sociales o de humanidades. Ayuntamientos, residencias de ancianos, multinacionales, pymes, bodegas, centros de turismo, asociaciones de desarrollo rural, entidades culturales y deportivas... la variedad de destinos que se ha ofrecido este 2024 ha sido amplia.

Durante el desarrollo de las prácticas, que concluyen en la mayoría de los casos esta semana, se trata, por parte de la Universidad de Burgos, de facilitar la búsqueda de alojamiento en la localidad elegida en colaboración con cada uno de los ofertantes. El horario suele rondar las 30 o 35 horas semanales en todos aquellos centros que abren a diario.

Andrea Ibáñez | Ayuntamiento de Canicosa de la Sierra 

«Trabajar en un entorno natural es un privilegio»

Recién graduada este pasado julio en Derecho por la Universidad de Burgos, Andrea Ibáñez buscaba ganar experiencia práctica, acercarse al mundo laboral y engordar algo su currículum cuando conoció el programa Campus Rural.

«A mi hermano le encanta el mundo rural, él trabaja en Palacios de la Sierra de veterinario y me animó a apuntarme», explica. A pesar de no mantener relación alguna con Canicosa -ella es de Quintanar de la Sierra- en cuanto vio la oferta de empleo en prácticas que el Ayuntamiento de esta localidad hizo ni se lo pensó. Su función dentro del Consistorio serrano es tratar de aliviar la carga de trabajo a la plantilla a través de la gestión de expedientes.

El primer día de trabajo acompañó al alcalde Ramiro Ibáñez hasta la Diputación de Burgos- de la cual es vicepresidente- para que conociera de primera mano su funcionamiento y los servicios de apoyo que ofrece a los ayuntamientos de la provincia. «Mis compañeros empezaron a confiar cada vez más en mí y ya casi no consideran que esté de prácticas», recuerda.

Aunque siempre bajo la supervisión de sus colegas de trabajo, ya se encarga de resoluciones de alcaldía, informes de secretaría, contratos o búsqueda de subvenciones interesantes para el desarrollo del pueblo. «Nunca había trabajado en un Ayuntamiento. Desde fuera me parecía algo monótono, pero no es para nada así. La administración no es fácil, hay que estar atentos a muchas cosas y cada expediente o instancia es diferente. No dejas de aprender nunca», apunta.

Aunque su vocación cuando inició Derecho era dedicarse al mundo de la abogacía, la experiencia en Canicosa le ha cambiado. «Poder ayudar de forma directa a los vecinos del pueblo o a visitantes me reconforta mucho. Trabajar en este entorno es un privilegio», confiesa. De este modo, cuando culmine esta etapa se planteará en serio tomar la vía de una posible oposición para acceder a la administración pública. «Nunca había pensado trabajar en un pueblo, pero ahora sí que es una opción», sentencia.

Alexandra Fernández | Residencia de ancianos en Espinosa de los Monteros

«Siempre me había llamado ejercer en un pueblo»

A pesar de estar aún en pleno Grado de Educación Social -empezará en unos días el cuarto curso- la de ahora no es para nada la primera experiencia laboral que Alexandra Fernández ha tenido. Esta joven burgalesa estudiante de la UBU, ha vivido varias etapas en locales de hostelería, trabajado el año pasado en Francia en un centro de menores migrantes y en otro de mujeres sin hogar dentro de su Erasmus y desarrollado un voluntariado en la ONG Amycos Burgos.

Alexandra buscaba algo más enfocado a los estudios que está cursando, aunque se trata de un campo muy amplio, ya que la Educación Social va desde la dependencia hasta la exclusión social. Es aquí cuando a finales del último año académico recibió un correo electrónico a través del cual conoció el programa Campus Rural. «Estaba detrás de unas prácticas extracurriculares y cuando vi la oferta de la residencia no me lo pensé», explica.

Parte de su familia reside en Espinosa de los Monteros, por lo que poder pasar el verano cerca de los suyos y encima formarse le pareció una idea redonda. «Tenía pensado volver a trabajar en la hostelería», admite. Sin embargo, desde principios de julio y hasta finales de la semana que viene ejerce codo con codo con la terapeuta ocupacional del centro residencial. Los martes por la tarde se queda sola, momento en el que aprovecha para estar con los usuarios y tratar de hacerles la jornada algo más amena: juegos de cartas, actividades, charlas... la variedad de soluciones que Alexandra les ofrece es toda una novedad para ellos. Además, al ser muchos vecinos de Espinosa, la mayoría conocer a su familia.

«Siempre me había llamado la atención trabajar en un pueblo», admite. A pesar de que su vocación iba más enfocada a otro tipo de áreas dentro de la Educación Social, la joven burgalesa apunta que le está gustando la experiencia en la Fundación Residencia Nuestra Señora del Carmen.