Villas del Arlanzón revive en Villalbilla con 240 chalés

L.M. / Burgos
-

El Ayuntamiento de la localidad burgalesa tramita en los últimos meses centenares de licencias para levantar unifamiliares en las parcelas vacías que dejó la crisis de 2008, cuando se paró la construcción de las 1.700 viviendas previstas

Los vecinos y paseantes ya se topan con los primeros carteles que anuncian las futuras promociones. - Foto: Valdivielso

La crisis inmobiliaria de 2008 se llevó por delante los planes para edificar miles de viviendas por todo el alfoz. El abrupto final del boom del ladrillo dejó grotescas muescas presentes hoy en día como la de Buniel y otras que tienen mejor solución, como el caso de Villalbilla de Burgos. En el extremo noreste de su casco urbano, al otro lado del río, se proyectaron allá por 2006 más de 1.700 hogares -entre bloques de pisos y unifamiliares- que nunca llegaron a completarse.

El estallido de la burbuja dejó a la urbanización Villas del Arlanzón, entre la barriada San Juan Bautista de la capital y el polígono de Villalonquéjar, con apenas 300 casas edificadas -un centenar de ellas de protección oficial-, casi una sexta parte del total previsto. Una década y media después de que buena parte de los planes de las constructoras y de los particulares se fueran por la borda, este complejo residencial está volviendo a generar interés. Y de qué manera.

El Ayuntamiento de Villalbilla ha tramitado desde finales del año pasado y en los casi tres meses que llevamos del presente ejercicio más de 240 licencias para edificar todo tipo de nuevas viviendas. Hasta la fecha son todo peticiones para construir chalets con una pequeña parcela, aunque hay sobre la mesa propuestas por parte de compañías para levantar pequeños bloques de tres o cuatro alturas como los que hay actualmente en pie. Aunque entre los expedientes hay alguno registrado por particulares, la mayoría se envían desde empresas que quieren desarrollar las parcelas ya proyectadas.

«El pueblo no ha dejado de crecer en los últimos años. Estamos en una muy buena ubicación, cerca de la ciudad y del polígono de Villalonquéjar», reconoce TeóduloRevilla, alcalde de Villalbilla de Burgos. Desde principios de siglo su censo se ha doblado, un hecho a todas luces extraordinario visto el acuciante problema demográfico que registra la provincia.

La promotora, al menos, dejó terminadas las calles y un puente sobre el Arlanzón, lo que permite comunicar la prolongación de la avenida Valentín Niño (término de Burgos) con Villalbilla. Y a mitad de camino, en torno a una pequeña ermita, luce un parque bien cuidado con zonas de paseo, una fuente que funciona y hasta un carril bici. Todo ello mantenido por el Ayuntamiento de este municipio, porque en cuanto se cruza desde el parque a cualquiera de las calles aledañas (exceptuando la avenida principal) la imagen es, en ocasiones, desoladora.

Todos los futuros vecinos llegarán a una urbanización que poco a poco va ganando calidad. El último es una pista polideportiva de 640 metros cuadrados en la que se pueden practicar fútbol sala y baloncesto. Tras una inversión de más de 80.000 euros, el Ayuntamiento ultima la colocación de una verja en su perímetro para proteger a los usuarios.

También se proyecta un pequeño parque infantil con todo tipo de juegos y máquinas de calistenia en el aparcamiento junto al centro social, que pende también del vallado.

Dos planes. La Junta de Castilla y León dio su visto bueno en enero de 2007 a dos proyectos dentro del plan parcial Villalbilla de Burgos para desarrollar más de un millar de casas. La promotora Residencial Villas del Arlanzón SL planteó levantar 761 entre el Cauce Molinar y el plan Parcial Molino Ramón. Algo más de la mitad de sus 271.785 metros cuadrados se destinarían a viviendas. Con respecto al segundo de los planes, denominado La borriquilla-Villas del Arlanzón, contemplaba 369 unifamiliares en 133.000 metros cuadrados.