La alcaldesa de Burgos, Cristina Ayala, exhorta a Aena a que tome la iniciativa y avance en sus planes programados en el año 2020 para mejorar las prestaciones del aeropuerto sin condicionar su estrategia a una reactivación de la actividad comercial.
Villafría está en una situación tan incierta que nadie quiere dar el primer paso para revivir una terminal que suma dos años y medio sin una programación regular para pasajeros. El tiempo pasa y la infraestructura se encuentra en un limbo sin aparente salida. De un lado, el Ayuntamiento no considera prioritaria esta cuestión. De otro, Aena supedita la ejecución de las inversiones, precisamente, a un desarrollo que justifique la apuesta por el crecimiento y la modernización de la dotación.
Estas actuaciones previstas por el organismo estatal encargado de la gestión de Villafría y valoradas en 3,8 millones de euros -a falta de actualizar los precios- no supondrían un cambio sustancial de la realidad actual del aeropuerto. Del mismo modo, cabe recordar que Aena nunca fijó un horizonte temporal para impulsar estas intervenciones. Sin embargo, la postura del organismo estatal -confirmada a este periódico y advertida desde el inicio sin atender a cuestiones políticas o económicas de índole local- supone otro revés para reflotar la infraestructura en un horizonte a corto o medio plazo.
«Mientras las condiciones del aeropuerto de Burgos sean peores por la falta de inversión comprometida habrá menos posibilidades de que haya vuelos comerciales», subraya Cristina Ayala.
Cambiar el orden y afirmar que la inversión vendrá tras los vuelos es tomar el pelo a los ciudadanos»
La alcaldesa pide un cambio de política a Aena y plantea la cuestión desde otro prisma, asumiendo que esta cuestión se resume en este momento «en la pescadilla que se muerde la cola». La regidora asegura que «cambiar el orden y afirmar que las inversiones vendrán tras los vuelos es tomar el pelo a los ciudadanos».
El Plan Director del Aeropuerto de Burgos calculó hace cuatro años las actuaciones necesarias en el mejor de los escenarios de futuro previstos para acompañar un crecimiento que no se ha producido hasta hoy ni se producirá en un futuro cercano.
Los técnicos aeroportuarios creen que, llegado el momento, Villafría tendría «una capacidad suficiente para atender al tráfico con altos niveles de calidad de servicio» solo con adecuar la plataforma de estacionamiento de las aeronaves, reubicar la zona de abastecimiento de combustible y construir dos hangares. Se descartó en su momento la construcción de una nueva torre de control, que sí estaba incluida en previsiones anteriores de la planificación aeroportuaria.
Otro aspecto que en su día generó debate fue la fiabilidad de Villafría para operar con grandes aviones comerciales. Fue a finales de 2022 y comienzos de 2023, cuando el anterior equipo de Gobierno trató con Ryanair su posible desembarco en Burgos a través de la Sociedad de Promoción.
Este asunto es la pescadilla que se muerde la cola»
Entonces, Aena confirmó que el estudio de operatividad realizado avaló la presencia en Villafría «tanto del Boeing 737 como el Airbus A320», los dos modelos con los que opera la compañía, para que puedan operar «de manera regular» en el aeropuerto.
Para vuelos puntuales (tipo chárter) nunca ha habido problemas. Por ello, el organismo estatal resolvió que «en el caso de que Ryanair quisiese establecer una ruta regular, el aeropuerto podría asumir sin problema esa demanda».
Finalmente, la empresa irlandesa nunca operó desde una infraestructura que mantendrá su apuesta como referente de la formación aeronáutica a la espera de que en 2025 pueda desarrollarse un amplio calendario de vuelos chárter que dinamicen su terminal.
Así es muy difícil avanzar»
Sea como fuere, el desarrollo de las principales infraestructuras de Burgos y su provincia están rodeadas de incógnitas y Ayala suma la circunstancia que afecta a Villafría a otros asuntos. «Todo es 'no'. No al Tren Directo, a las inversiones en Villafría, a los 750 metros del puerto seco, a agilizar la A-12, la A-73 y a la A-11 y 'no' a recibir a la alcaldesa ni siquiera para conocer las necesidades de Burgos», zanja, en referencia a los intentos realizados para reunirse con el ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente. «Así es muy difícil avanzar y pensar algo diferente a que el Gobierno socialista castiga a Burgos», desliza.