Nacho San Millán ha sido el miembro del consejo de administración que más de cerca ha tratado el problema del control biométrico con la grada de animación. Seguirá siendo el encargado de dialogar los distintos temas que vayan surgiendo con este grupo y tendrá en Raúl García el nexo de unión entre la afición y los dirigentes. 

Se muestra «contento» de que haya llegado el acuerdo y recuerda que era «lo mejor para el club». «Al final ha llegado el entendimiento porque las dos partes queríamos lo mismo, el bien del Burgos CF», comenta el vicepresidente blanquinegro.

Asegura que siempre hubo «buena sintonía» con los representantes de la grada de animación y que nunca temió que el tema pudiera enquistarse. Sus declaraciones contrastan con las de los aficionados que hablan de «incertidumbre» ante la falta de diálogo.

La Hinchada del Arlanzón, el colectivo mayoritario en la grada de animación, sacó ayer un comunicado en sus redes sociales y uno de sus portavoces se mostraba «contento» después de que la situación se desbloqueara. «Había que priorizar el bien del club para no generar un perjuicio ni deportivo ni económico», comenta.

Por su parte, la Asociación de Peñas del Burgos CF ha observado con detenimiento lo sucedido en estas últimas semanas. Andrés Rodríguez, su presidente, se alegra de que las negociaciones hayan llegado a buen puerto, aunque señala que uno de los puntos del acuerdo ha generado «mucho debate» entre sus asociaciones. «La ampliación de la grada de animación puede desplazar a gente de su lugar habitual», comenta.

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