El Comisario Pontificio Mario Iceta, arzobispo de Burgos, ha presentado este lunes en el Juzgado de Briviesca la demanda para que las nueve exreligiosas del convento de Belorado abandonen el monasterio de Santa Clara. La medida se adopta cuatro meses después de que la exabadesa Laura García de Viedma publicara un documento, en nombre de la comunidad, manifestando su libre voluntad de dejar la Iglesia Católica.
Tras la investigación canónica y una vez agotados todos los recursos posibles para instar a las exmonjas a que reconsiderasen su posición, el pasado 22 de junio se declaró la excomunión y expulsión de la vida consagrada de las 10 hermanas que se habían adherido al cisma, lo que implicaba su salida del convento de Belorado.
Al no producirse ningún intento de reconsideración, el Comisario Pontificio ha interpuesto esta tarde la correspondiente demanda de desahucio en el Juzgado de Briviesca para que las nueve exreligiosas dejen el monasterio de Santa Clara.
Entre tanto, el Ministerio del Interior denegó la inscripción de esta comunidad religiosa como asociación civil, lo que frustró la estrategia de Laura García de Viedma y sus seguidoras de poner a su nombre todos los inmuebles y el patrimonio.
Desde el Arzobispado de Burgos manifiestan su preocupación por la salud de las cinco hermanas de mayor edad y ofrece su ayuda para atender las necesidades que precisen.
A continuación, el comunicado íntegro difundido esta tarde por la Archidiócesis de Burgos:
1. El pasado 13 de mayo, Dña. Laura García de Viedma, en ese momento abadesa del Monasterio de Santa Clara de Belorado, difundió públicamente un documento, en nombre de la comunidad, en el que manifestaba su libre voluntad de abandonar la Iglesia católica.
2. Tras la investigación previa canónica, y tras agotar los recursos que les invitaban a reconsiderar su salida de la Iglesia católica, el pasado 22 de junio se declaró la excomunión y expulsión de la vida consagrada de las diez hermanas que se habían adherido al cisma. Como consecuencia, a partir de ese momento, dichas exreligiosas carecen de título legal para habitar los inmuebles pertenecientes a los monasterios que ocupaban.
3. Después de un período prudencial de espera, comprobado que no ha habido ningún intento de reconsideración por parte de las exreligiosas, los servicios jurídicos han procedido a interponer la demanda correspondiente ante el Juzgado de Briviesca.
4. Por otra parte, en este tiempo de espera, se ha tenido conocimiento de la denegación de la inscripción en el oportuno registro del Ministerio del Interior de las asociaciones que las exreligiosas habían creado con las que pretendían transformar las entidades jurídicas canónicas de los monasterios en asociaciones civiles, algo que es jurídicamente inviable.
5. La Comisión Gestora manifiesta su preocupación por el estado de salud y el cuidado de las cinco hermanas mayores, que conforman la comunidad monástica, y está preparada para atender cuanto antes todas las necesidades que precisen, con la colaboración de la Federación de Clarisas Nuestra Señora de Aránzazu y de sus familiares.
6. La Iglesia vuelve a manifestar su disposición a ayudar en el camino de retorno a la comunión eclesial, donde serían acogidas con delicadeza y misericordia, a imagen de la parábola del hijo pródigo.