Hasta hace unos años únicamente el problema de los estorninos se limitaba al otoño, pero ahora su presencia es prácticamente permanente durante todo el año. Se han asentado en los árboles del entorno del polígono del Vena, especialmente, en los lados que dan a la avenida de Castilla y León y están provocando suciedad y ruido que están afectando a los edificios y a los negocios asentados en este entorno, pero también a los miles de personas que a diario transitan por estas calles y el paseo.
Sus excrementos en bancos, aceras, el carril bici y o los vehículos están provocando auténticos quebraderos de cabeza y, por las noches, el ruido que hacen es insoportable. Por ello, vecinos y negocios urgen al Ayuntamiento una solución que bien pase por colocar ahuyentadores o podar los árboles para evitar que se asienten en sus ramas.
De hecho, en los números impares se podaron los árboles hace tres años y se colocaron nuevos bancos, pero también han sido objetivo de las aves y hay momentos en los que es imposible sentarse en ellos. Sin embargo, la peor parte se la lleva la zona de los números pares. Los bancos de madera están cubiertos de cagadas de los pájaros, lo que hace que ninguna persona pueda sentarse en ellos y lo mismo sucede con las aceras, que están totalmente cubiertas de un manto blanco y gris, que no solo es muy resbaladizo sino que emana un olor que es insoportable. Los pies se pegan al suelo en estas zonas y muchos paseantes optan por cruzarse de acera para evitar pasar por esta zona y los usuarios del carril bici deben tener precaución para evitar patinar como consecuencia de los excrementos.
«Usan estos árboles como refugio, salen durante el día y regresan por la noche. Los bancos están que dan asco. Deben podar los árboles para que no se asienten en ellos, dado que ahora están en todas las estaciones no solo en otoño, aseguró el presidente de la Comunidad de Propietarios de Río Vena, Jesús Molleda.
De los problemas que causan a los clientes saben bien en peluquería Antoñanzas, negocio situado en los números pares. «Llegan clientes con cagadas en el ojo y se quejan de que cuando vuelven al coche está completamente sucio».
En la bocatería El Padrino también reciben quejas de los clientes, especialmente de los que se sientan en la terraza. «Es impresionante, están comiendo y les caen los excrementos de los pájaros», aseguran, a lo que añaden el ruido que producen. «No se puede ni hablar; parece una ópera; es insoportable».
En el lado de los números impares, la situación es parecida, aunque en menor grado debido a que los árboles tienen menos ramas. «Cuando cierro la tienda por la tarde y voy a por el coche me dan ganas de vomitar. Está asqueroso y en algunas ocasiones la luna está opaca y no se ve. Hay que ir inmediatamente a lavar el coche».
Los negocios aseguran que ya han puesto este hecho en conocimiento del Ayuntamiento. La empresa de limpieza viaria acude a limpiar, pero a las dos horas está exactamente igual, de modo que la solución a este problema es buscar otro tipo de medidas que espanten a los estorninos y no se asienten de manera masiva en este entorno.