Se hace el silencio en el estudio y el vinilo gira; la aguja lo rasga con ese sonido inconfundible que tiene mucho de anticipo de un truco de magia. Es como un rumor que redoblara por lo bajini, un susurro de seda que anticipara el sortilegio, el efecto final. Abracadabra. Es entonces cuando se hace la música, y el estudio de grabación se llena de cosas innombrables: de pájaros, de sueños, de ilusión. De vida. Es la música. El estudio, pese a sus reducidas dimensiones, se convierte en un espacio de libertad, como si en él cupiera todo. Y los tres músicos que han alumbrado el tema que suena en el plato se cruzan las miradas con complicidad, y asienten con las cabezas, satisfechos. Lo han puesto todo en su nuevo disco, que verá la luz el 16 de septiembre. Malezza es el título de álbum que espera como agua de mayo su interminable legión de seguidores. Porque Víctor Rutty, Rober del Pyro y DJ Kaef son referentes de la música urbana para más de una generación. Son clásicos del rap en el sentido más puro: jamás, en décadas de música, han abandonado el camino que emprendieron en el barrio, desde el barrio y para el barrio que es su mundo. Esa trayectoria está jalonada de dignidad, coherencia, decencia y honradez.
Gira el plato y los ritmos de DJ Kaef dan paso a las voces de Rutty y Del Pyro, tan diferentes y a la vez tan bien ensambladas; son viejas, eternas amigas, compañeras en el oficio de contar historias de la calle y de la vida con un mensaje directo que llega al fondo de las almas de la gente. Son talentosos. Mucho. La vida son dos días, sí, sí, sí, sí, cantan los raperos en uno de los temas de un disco que, aseguran, les ha gustado mucho hacer y con el que arden en deseos de girar, de exponerlo en directo. Ya tienen fechas: Barcelona, Madrid, Bilbao y Burgos esperan antes de que acabe el año a este trío de artistas, que ha grabado Malezza en el pequeño estudio que ellos hacen grande porque en él se sienten libres. Lo han elaborado como les ha dado la gana, a su aire, sin atenerse a otra disciplina que la que ellos se han impuesto, cuando les ha apetecido, cuando les cuadraba. «Ya tenemos ganas de que vea la luz», aseguran.
El nuevo trabajo mantiene las coordenadas que les han convertido en referentes de la música urbana. «Sin querer, nos ha salido aún más intencionado en el sentido de que quizás recuerde más a lo que hacíamos cuando empezamos. Y lo hemos hecho todo nosotros. Siempre nos hemos sentido libres, pero en este disco más que nunca. Nos han ofrecido grabar en otros estudios y no hemos querido. Lo hemos hecho como hemos crecido, con gente, con amigos que pasaban por aquí y se quedaban mientras grabábamos. Es un disco más nuestro que nunca», explica Rutty. «Nos hemos sentido cómodos, a nuestro aire. Sin ninguna presión. Así sale todo más natural», subraya Del Pyro mientras, de fondo, suenan los arreglos de Diego Galaz, ese genio de la música que ha contribuido a que Malezza haya quedado tan redondo como un vinilo.
Rutty, en primer plano, DJ Kaef, a la izquierda, y Rober del Pyro, en el estudio en el que ha grabado su nuevo trabajo. - Foto: Roger RoqueEsperan una buena acogida del público, quizás a la altura de la que tuvo Backup, trabajo con el que lo petaron. «Hemos dedicado mucho esfuerzo y mucho tiempo.Y mucha pasión, claro. Hemos sido muy exigentes. Ojalá le guste a la gente tanto como nos gusta a nosotros». Ya tienen un termómetro: el único tema del nuevo álbum que se dio a conocer hace un par de meses (Nunca muere, se titula) ha arrasado en todas las plataformas. El disco tiene diez temas que hablan de lo que siempre han hablado sus canciones: del barrio, del pulso vital de los días, de la cultura del esfuerzo y la humildad, de tener los pies en la tierra, de la amistad y del amor, de la realidad que huye de cantos de sirena que tanto confunden a la juventud, de la reivindicación de las cosas auténticas que suelen ser las más sencillas.
Hacen un equipazo: el combo de voces de Rutty y Del Pyro, con los ritmos de Kaef, es una oda a la armonía. Son muchos años. Se conocen a la perfección, pero en este disco suenan mejor que nunca. Les ha salido bordado. Cumbre. Tantas charlas, tantos ratos, la convivencia en viajes -terapia de coche, la llaman-... No tienen duda del tirón que tienen en Burgos, donde son profetas en su tierra -como se demuestra cada vez que actúan en directo-, pero sienten que allá donde sea que llegue su música, ésta es celebrada. Y tienen claro que buena parte del éxito es no haberse salido del camino iniciado hace más de veinte años. «No hemos cambiado. Seguimos siendo los mismos. Y creemos que eso se valora. Es lo que más le gusta a la gente». Han podido, pero se han negado: a cambiar de estilo, a dejarse llevar por lo comercial, como denuncian en tantos temas; ese mangoneo que tiene pervertido y corrompido al mundo de la música. «Reivindicamos nuestros valores. Ya que no podemos hacer nada contra esa industria, al menos denunciarlo. Y sabemos que nos escucha gente muy joven. Por eso queremos que no se engañen con los mensajes que hablan de que la vida es Jauja.Aquí nadie regala nada. Y nosotros damos nuestra vida real. Nosotros sobrevivimos por nuestros trabajos, no por la música. Eso nos pone los pies en el suelo, y creo nuestra música es por ello más sana.Y nos hace más libres. No contamos mentiras: trabajamos y hacemos música. Y disfrutamos».
Estos tipos brillantes del barrio de El Crucero -reivindican su pertenencia con orgullo- están contando las horas para que sus seguidores conozcan su último trabajo, que es una destilación de sus sueños, que es exactamente el resultado de lo que son. El disco viene con sorpresas: cuatro colaboraciones de campanillas que harán las delicias de los fans. En Malezza están los burgaleses David Ruiz (La M.O.D.A.) y Marina López (Sioqué), y los raperos OG Gara y Fernando Costa. Casi nada. Un lujazo. Están los tres, además, ilusionados porque Malezza se edita también en vinilo, que no es sino un guiño a su juventud y a esa pureza, a esa raíz, a ese origen del que no sólo no renuncian, sino que les hace sentirse orgullosos. «Cuando éramos chavales, el vinilo era la hostia en el mundo del rap», dice Del Pyro. Harán doscientas copias en este formato, que volarán porque es material de coleccionista. Una joya.
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La gira arrancará en Barcelona el 25 de octubre; seguirá en Bilbao el 1 de noviembre; en Madrid actuarán el 9 de noviembre.Y el 21 de diciembre, en casa, en Burgos. Además, ya tienen diez fechas cerradas para el año que viene en salas de Vitoria, Donosti, Logroño, Zaragoza, Santander, Logroño, La Coruña, Vigo,Alicante, Valencia... Más todo lo que salga, que será el copón. Les gustaría volver a cruzar el Atlántico. En esta ocasión tienen como objetivo Colombia. Gira el plato.Se escucha la voz inconfundible de David Ruiz: Píntalo todo de negro... Le sigue Rutty: Aprender de los errores/ levantarme tras esas caídas... Siempre existirá un motivo por el que luchar.../ Si te rindes todo se termina/ nada es para siempre/ todo tiene su final... Por eso disfrutan de la vida antes de que se acabe estos tres fenómenos, orgullo burgalés, musicazos, gente buena y sencilla y talentosa y generosa. Son chicos de barrio con un poder invisible: tocan las almas, tocan los corazones, tocan esa fibra invisible que habla de nosotros, de usted, de ti, de mí. De todos.