Agentes del Servicio Territorial de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León sorprendieron en Burgos a un cazador en un coto privado de la Bureba cuando trasladaba en un vehículo un trofeo de corzo macho sin el precinto obligatorio para su transporte.
Desde el mismo momento en el que se detectó el hecho, se procedió a decomisar el trofeo, así como a iniciar los trámites necesarios para cursar la correspondiente denuncia. Según indica la normativa autonómica sobre caza acerca del precintado de los ejemplares de corzo que han sido cazados, este debe colocarse de forma obligatoria en la cuerna del animal para que su traslado y transporte esté autorizado, además de que garantiza una adecuada trazabilidad y que la pieza se ha obtenido de forma legal.
El incumplimiento de esta obligación constituye una falta grave contra la sostenibilidad del recurso cinegético y conlleva una sanción que puede oscilar entre los 2.000 y los 10.000 euros.