Así que niños y no tan niños juegan en las Llanas a encontrar las mitades de los cantos que forman parte del suelo, ahora liso y luminoso. Quién lo iba a decir, media vida yendo de un bar a otro, de la Llana de Afuera a la de Adentro, pensando que ese suelo no podía ser más gris. Y llegan los locos de AJO y AU, se les ocurre partir las piedras y resulta que por dentro eran de colores. Y ahora hay quien se entretiene buscando piedras parejas, otros se sientan en los bancos que aprovechan el desnivel junto al antiguo asador de Aranda y el resto mira los arbolitos nuevos y cruza los dedos para que los respeten y que lleguen a crecer y dar sombra. Un espacio más amable para las personas, una batalla ganada en la ciudad. Y encima con premio. 

Creo que fue durante la presentación de la nueva candidatura a capital cultural europea cuando alguien mencionó el valor añadido del espacio público compartido. Qué interesante sería que esto fuera así y en todos los barrios de la ciudad. En un lugar del tamaño de Burgos no tendría que ser difícil, pero el diseño de algunas zonas no pone fácil conseguir este objetivo. Y por eso es tan importante escuchar a los vecinos y a quienes trabajan en esos barrios. Respetar la historia integrando las necesidades surgidas en los últimos años. Y sobre todo, democratizar esos espacios. Dar la oportunidad a todo el mundo a que pueda disfrutarlos.

Cada vez que un concurso de la tele otorga un premio millonario, proliferan los titulares relacionados con lo que tendrá que pagar el ganador a Hacienda. A Rafa, el flamante campeón del 'rosco' de Pasapalabra', (un abrazo, Orestes) le da igual, dice que él es beneficiario de la educación y la sanidad públicas y que también tiene que aportar. Ya podría escucharle algún aspirante a streamer, con menos luces que una canoa, que está deseando emigrar a Andorra. O quienes le sacan la cara a Ferrovial por trasladar su domicilio fiscal a Holanda. Que lo piensen un poco cuando vayan al médico, acudan a poner una denuncia o cuando se les ocurra que en ese rinconcito de su calle iría de perlas un banco de madera junto a un árbol que dé sombra en verano.