Primera derrota del Burgos esta temporada y con un mensaje muy claro. Lleva cinco goles en contra y debe mejorar en esta parte del juego de forma inmediata. El equipo de Bolo recibió un palo muy gordo y ante su público. El Castellón lo sometió con su juego y se llevó un merecido triunfo. Es cierto que el cuadro burgalés tuvo tres ocasiones de gol claras, pero también lo es que su rival, además de los dos tantos, dispuso de oportunidades para marcar más goles, incluyendo dos disparos al palo y una buena intervención de Cantero.
Ya habían avisado Jon Pérez Bolo y el propio Michu del peligro de este rival recién ascendido. El Castellón es un equipo valiente, muy atrevido, con el sello personal de su entrenador, el holandés Dick Schreuder, y que juega con muchos jugadores por delante del balón, buscando siempre la portería contraria.
Y Jon Pérez Bolo intentó contrarrestar su juego cambiando de sistema y con varias novedades en la alineación. La más llamativa, la entrada del joven Hugo Pascual en el centro de la defensa con Aitor Córdoba y David López. Y de carrileros Bolo optó por Arroyo e Íñigo Córdoba, un extremo que ayer se tuvo que multiplicar. También entró en el centro del campo Morante junto a Appin mientras que arriba situó al tridente formado por Curro, Sancris y Fer Niño.
Y el inicio de partido fue bueno, con un Burgos presionando muy arriba buscando los errores de su rival para lanzarse sobre su portería. Fer Niño tuvo la primera, con un disparo en el minuto 6 que se le fue alto; también lo intentaron por la derecha Sancris y Arroyo, mientras que por la izquierda eran Curro e Íñigo Córdoba los protagonistas.
Las llegadas a las dos áreas eran continuas y fue el Castellón el que tuvo las dos primeras grandes oportunidades del partido, con un primer remate que salvó Cantero ante Douglas y un posterior disparo de Mamah que se estrelló con dureza en el palo. Corría el minuto 20 y a partir de aquí el Castellón fue cogiendo el mando del partido ante un Burgos sin el balón y muy impreciso en todas sus acciones.
La tuvo Fer Niño. Pese a ello, tuvo hasta tres acercamientos hasta que llegó una jugada clave. Faltaban apenas dos minutos para llegarse al descanso cuando Curro le filtró un magnífico pase a Fer Niño, que se plantó solo ante el portero del Castellón. Pero el delantero no estuvo acertado y Gonzalo adivinó su intención. Ese gol hubiese cambiado el signo del partido, pero también lo habría hecho si el Castellón hubiese aprovechado alguna de sus oportunidades.
El partido quedaba abierto para la segunda parte, con la preocupación de ver a un Burgos sometido al estilo de juego de su rival, dueño del balón y creando mucho peligro en ataque, con siete y ocho jugadores siempre por delante del balón.
Y los inicios de la segunda parte no invitaron al optimismo, con un doble aviso del Castellón. Contestó el Burgos con dos acciones de Fer Niño, que fue sustituido por Edu Espiau, que fue recibido con gritos de ánimo y muchos aplausos. Era el minuto 56 y El Plantío comenzaba a calentar el partido, pero solo cuatro minutos después Kévin Appin, agotado, tenía que ser sustituido por Atienza. Este cambio debilitó el centro del campo burgalés.
El Castellón, ajeno a cualquier detalle externo, mantenía su hoja de ruta, siempre buscando el área contraria pese a dejar bastantes huecos a sus espaldas.
Y en una de sus acciones encontró el premio a su ambición, con un pase filtrado sobre Douglas por el centro de la defensa. Anderson Arroyo rompía el fuera de juego desde su banda y el delantero del Castellón batía a Ander Cantero.
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