Los burgaleses con alergia a las primeras vacunas que se administraron en España contra la enfermedad del coronavirus, las de ARN mensajero (Pfizer/BioNTech y Moderna) o a las de vectores víricos (AstraZeneca y Janssen) -así como a alguno de sus componentes en particular- ya pueden protegerse frente a la covid con el preparado desarrollado por la farmacéutica española Hipra, cuya formulación es diferente a las de los otros sueros y, por tanto, también su mecanismo de actuación en el sistema inmune. La Consejería de Sanidad almacena en Valladolid 2.000 dosis de este fármaco, el único de producción española que se comercializa, y las distribuye por las provincias en función de las necesidades. Hasta ahora, solo se ha usado en Zamora, según fuentes oficiales.

La vacuna de Hipra, cuyo nombre comercial es Bimervax, se repartió a las Comunidades Autónomas a finales de septiembre, pero en una cantidad muy inferior a la más inyectada en toda España, que sigue siendo la producida por Pfizer/BioNTech (Cominarty). La diferencia es abultada, como evidencia que Castilla y León ha recibido en esta campaña 527.040 dosis del fármaco de la compañía estadounidense frente a las 2.000 de la española.

Esto se debe, entre otras cosas, a que la vacuna de Hipra solo puede inyectarse a mayores de 16 años y, también, a que solo se puede usar en caso de intolerancias a las demás vacunas. El Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, conformado por el Ministerio de Sanidad y las distintas consejerías del ramo, acordó que Bimervax se administrará en esta campaña a personas que «previamente hayan recibido una vacuna de ARN mensajero». No obstante, también se decidió que podría usarse como primera dosis en «personas de 16 y más años de edad que no se han podido vacunar o que han recibido primovacunación incompleta por reacciones adversas graves a las vacunas de ARN mensajero, por antecedentes de alergia a alguno de sus componentes o por otras indicaciones médicas que recomiendan evitar la vacunación con estas vacunas u otras circunstancias».

Es decir, que en todos los casos ha de ser un facultativo quien establezca qué personas pueden o deben vacunarse con el preparado de Hipra; no se puede solicitar a demanda por criterio personal. La solicitan desde el centro sanitario que la prescribe y se administra.

Como la de la gripe. Las razones por las que el suero de Hipra se emplea en casos de alergia a las vacunas que se han usado de forma masiva en todas las campañas previas de inmunización frente a la covid radican en sus características. 

Los preparados de Pfizer o Moderna están elaboradas a partir de ácidos nucleicos (ADN o ARN); es decir, mediante moléculas que se fabrican en laboratorio para que 'obliguen' al organismo a producir una proteína del SARS-CoV-2 y defenderse de ella. En cambio, la desarrollada por la compañía española tiene un mecanismo de actuación más 'clásico', ya que introduce fragmentos de esa proteína sobre la que se quiere alertar al organismo para que desencadene respuesta inmune. Otras vacunas típicas basadas en proteínas son, según la Agencia Española del Medicamento, las de la gripe o las de la hepatitis A y B.

Por último, están las vacunas basadas en vectores víricos, como la de AstraZeneca frente a la covid, en la que se introducen en el organismo virus atenuados para alertar al organismo y hacer que reaccione. Es una tecnología clásica, como la de la vacuna frente a la polio.