El consejero de Cultura, Turismo y Deporte, Gonzalo Santonja, anunció el pasado octubre que el futuro Centro del Origen del Español será un «museo experiencial, no uno clásico». Para conseguirlo, el programa para la rehabilitación de la Casa Quemada de Valpuesta contempla la creación de una sala de realidad virtual inmersiva con capacidad aproximada para 100 personas. Así lo indican las prescripciones técnicas que habrán de cumplir los redactores del proyecto arquitectónico de ejecución, que acaba de salir a concurso por 182.000 euros, con un plazo de tres meses para su entrega, una vez se adjudique y se firme el contrato.
En otoño, el consejero y el alcalde de Berberana, Mikel Arbazagoitia, firmaron en la colegiata de Valpuesta el convenio de cesión del antiguo inmueble, que fue la sede del Ayuntamiento hasta 1846 y que acogerá el centro. Quienes redacten el proyecto deberán respetar sus fachadas y así mantener la tipología de construcción tradicional del entorno, pero tendrán «completa libertad arquitectónica de intervención en el interior del edificio». Costará 2,5 millones de euros, a razón de 2 millones las obras de rehabilitación;otros 211.700 euros su musealización y equipamiento; y 280.000, sus sistemas de eficiencia energética. Este dinero procede de fondos europeos Next Generation obtenidos por la Junta de Castilla y León para su Acción de Cohesión en Destino en Valpuesta.
Los arquitectos dispondrán de casi 800 metros cuadrados distribuidos en cuatro plantas para diseñar un vestíbulo y acceso principal con zona de espera y tienda y, un bar con cafetería y restaurante con posibilidad de autoservicio y salida a la terraza exterior y el jardín. Además de la sala de realidad virtual inmersiva, el edificio habrá de contar con otra más destinada a la conservación y exposición permanente de las réplicas y copias de los cartularios de Valpuesta, los documentos del S. XII que copiaron las primeras palabras del castellano de otros datados en el S. IX. Y no solo sus primeras palabras, sino también las estructura sintácticas de sujeto, verbo y predicado.
Los arquitectos habrán de respetar las fachadas, pero tendrán libertad en el diseño interior
Con habitaciones. Además de la muestra permanente, este «museo vivo», como lo calificó Santonja, albergará exposiciones temporales, talleres y otras actividades siempre unidas a la lengua que hablan más de 600 millones de personas. El centro dispondrá también de «estancias habitacionales en las zonas altas del edificio», según el programa mínimo de actuaciones que plantea la Consejería de Cultura, Turismo y Deporte sobre la base del anteproyecto que diseñó la arquitecta Silvia Natalia Gómez Díaz.
El inmueble deberá alcanzar asimismo «la casi total independencia energética a través del autoconsumo y la eficiencia energética en su construcción». La eficiencia deberá ser la guía para el diseño de las cubiertas, fachadas y suelos; las instalaciones de calefacción y agua caliente; o la iluminación, entre otros apartados. Junto a todo ello, el inmueble llevará sistemas de digitalización y controles para el ahorro de energía.
El pliego de condiciones establece que los mismos profesionales que redacten el proyecto se ocuparán de la dirección de obra y de ejecución de obra, una tarea para la que la Consejería estima que destinarán 8 meses. No obstante, advierten de la posibilidad de que este plazo varíe.