La enorme presión que está soportando la industria por la crisis global originada por la guerra de Ucrania empieza a manifestarse en Burgos. Cerámicas Gala, una de las principales empresas en actividad y plantilla de la ciudad, ha decidido permanecer cerrada hasta el próximo lunes 9 de enero (una vez pasadas las vacaciones de Navidad) por causas organizativas y productivas. La decisión implica a un total de 202 de los 307 trabajadores del fabricante de equipamiento de baños, todos ellos afectados por un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) que se aplicará hasta un total de 77 jornadas laborales.

El paso dado por Cerámicas Gala podría repetirse en otras empresas -de hecho, la maderera Kronospan ya está aplicando un ERTE acordado a finales de agosto- si no se despeja la enorme incertidumbre generada en torno al coste de la energía, la inflación disparada, la carencia de materias primas y los indicios de recesión económica en los principales mercados internacionales para los que produce Burgos. 

En el caso del fabricante de equipamiento para baños, la decisión de cierre temporal se ha acordado con los representantes de los trabajadores, según confirma el presidente del comité,  José María Díez, de CCOO, y también la dirección de la empresa, aunque las causas de esta han sorprendido a la parte sindical.

La empresa argumenta que acumula un gran stock de producción de sanitarios, cuyo origen está en la «ralentización de la demanda» en el sector de la construcción.

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