El Cid gana batallas después de muerto y el Duque de Lerma ejecuta obras en la villa de esparcimiento más famosa de los tiempos de Felipe III. 400 años después de la muerte de Francisco Gómez de Sandoval y Rojas, el Palacio desde el que ejerció su influencia en el imperio vuelve a estar en obras para, entre otras muchas mejoras, recuperar visualmente el pasadizo que en su día unió este edificio con el Convento de San Blas, derribado para abrir una calle al tráfico.
El Instituto de Turismo de España (Turespaña) adjudicó a la empresa Valuarte Conservación del Patrimonio la ejecución del proyecto firmado por el estudio burgalés de arquitectura Escribano Arrieta y Saiz, que también llevan la dirección de una obra con un presupuesto de 1,25 millones de euros, que debe estar concluida en 8 meses.
Ya se han montado los andamios en la fachada este, mientras que en la principal (oeste) y en la norte se prevé trabajar con plataformas elevadoras móviles para interferir lo menos posible en la actividad diaria del Parador, sobre todo durante los fines de semana o con motivo de eventos especiales. También se va a cambiar la rampa metálica que afea el acceso principal al edificio por otra de granito que evite la oxidación y las humedades del suelo y las primeras filas de los sillares de la fachada principal.
El Palacio Ducal abrió sus puertas como establecimiento hotelero de lujo en 2003. El paso del tiempo y la humedad han hecho mella en la piedra, por lo que se está dando una pátina que permita unificar tonalidades. Además, se van a reponer las zonas de desprendimientos con piedra de Hontoria, porque la de los Calazares (Quintanilla de la Mata) ya no se extrae.
Los operarios también trabajan en limpiar las zonas de los balcones y molduras más sucias.
Por la noche, el Parador sufrirá un cambio radical con una iluminación que realce sutilmente su belleza y que reconstruya el pasadizo del Cuarto del Duque.