Urgen el derribo de un lavadero de las cocheras de buses

J.M. / Burgos
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Patrimonio recomienda también la demolición del otro elemento en pie que sirve para limpiar los vehículos, pero esta propuesta no entra en los planes del Ejecutivo

El lavadero en ruinas, rodeado de vallas para impedir que nadie se acerque, está ya invadido por la vegetación. - Foto: Alberto Rodrigo

Hace casi quince años que las diferentes corporaciones municipales vienen prometiendo la eliminación de las envejecidas cocheras de autobuses para trasladarlas a un nuevo emplazamiento. Esa declaración de intenciones, así como el hecho de que se encuentran en una situación cuanto menos alegal (el PGOU contempla para esos terrenos un uso residencial en lugar de dotacional), explica que las instalaciones se hayan degradado con el paso del tiempo y que cualquier intervención se haya limitado a meros parches para salvar situaciones delicadas. Sin embargo, en ocasiones los problemas ya no pueden resolverse con pequeñas intervenciones y prueba de ello es la existencia de un informe técnico elaborado en la Concejalía de Patrimonio en el que se afirma que uno de los lavaderos de autobuses debe ser «demolido de manera urgente e inexorable» para evitar posibles daños a las personas.

En dicho informe, en el que se relata que apoyado en este lavadero se construyó tiempo después un segundo, se detalla que ya se han producido «desprendimientos de revestimientos interiores provocados por la entrada de agua» y han aparecido «grietas en los cierres verticales del edificio, sobre todo en esquinas, zonas colindantes, jambas y dinteles de huecos». A lo que se suma la presencia de «abundantes humedades provocadas por entradas de agua a través de la cubierta». Un elemento, este último, en la que «la impermeabilización no funciona en absoluta». Un deterioro, tal y como se apunta, que hace que «no sea posible su reparación».

No es precisamente que el otro lavadero que sí va a permanecer en pie se encuentre en una situación óptima, ya que, tal y como refleja el informe que el PSOE solicitó al equipo de Gobierno, el técnico municipal que lo ha redactado «recomienda» que sea «demolido» junto al otro elemento.

Sin embargo, no parece que en los planes del Gobierno de coalición esté derribar los dos elementos y construir un nuevo. El concejal de Movilidad, José Antonio López, avanza que lo que se va a hacer es encargar un proyecto de demolición del lavadero en estado ruinoso y que el otro siga estando operativo. Aun a riesgo de que pueda estropearse y haya que llevar los vehículos a limpiar otro lugar.

La explicación que ofrece López es que en los planes del Ejecutivo municipal está levantar las futuras cocheras en la calle López Bravo (Villalonquéjar), junto al edificio de Almacenes Municipales.

A ello se suma que para realizar cualquier intervención de cierto calado en la Carretera Poza sería necesario modificar el PGOU. Pero es que ya no es solo eso. El 38% de la propiedad de los terrenos donde se asientan las actuales instalaciones es de titularidad privada.