El equipo de profesionales encargados de descifrar los misterios del pasado de Poza de la Sal expondrá los hallazgos más significativos y las recreaciones de las edificaciones construidas en la ciudad romana de Flavia Augusta en un museo interactivo. Una gran sala ubicada en la primera planta del Centro de Interpretación de las Salinas albergará «decenas» de piezas reales encontradas bajo tierra en las campañas de excavación dirigidas por la arqueóloga Esperanza Martín y reproducciones en 3D de objetos que forman parte de colecciones privadas o se encuentran en museos que los visitantes tendrán la oportunidad de «contemplar y tocar». A ello, habrá que sumar vídeos explicativos y maquetas.
El Ayuntamiento ha aceptado la propuesta de cesión del espacio -que pasará a formar parte de las atracciones turísticas del municipio- aunque por el momento se desconoce cuando abrirá sus puertas. La intención de Martín es mostrar al público los hallazgos documentados que guardan relación con la «historia de la arqueología pozana y las novedades que vayan sucediéndose a lo largo de los años». Los expertos han comenzado a realizar recreaciones virtuales de las viviendas levantadas en una «ciudad de grandes dimensiones», aclara la arqueóloga, a partir de los restos localizados en las excavaciones llevadas a cabo desde 2021 a 2023 en diferentes ubicaciones.
La pintura mural que decoraba la denominada casa de las flores y la aparición de diferentes materiales (madera o cerámica) desvelaron que se trataba de una edificación lujosa de grandes dimensiones con dos plantas rodeado por un peristilo con varias habitaciones consecutivas en línea recta y un pórtico. A partir de esta información, se ha logrado diseñar una de las fachadas del edificio y la idea es seguir el mismo proceso para el resto hasta «reconstruir la ciudad completa para que la gente comprenda su importancia y conozca cómo vivían los romanos», manifiesta la directora del proyecto.
Infografía de la reconstrucción de una de las casas romanas. - Foto: Iván CuervoLos expertos reproducen las casas a partir de las ruinas localizadas entre 2021 y 2023
Los avances en la última campaña de trabajo en una finca de girasoles (finalizó en octubre) clarificaron que la segunda construcción en la que centraron la excavación situada en la zona alta del yacimiento conserva dos aljibes -depósitos en los que se almacenaba agua- y sus escaleras en buen estado 2.000 años después de su construcción. «Sabemos que desde ese edificio se abastecía de agua a la población», expone a este periódico la experta, «ahora necesitamos descubrir si se trataba de un lugar público o privado», añade. A falta de conocer si habrá una nueva intervención en otoño, la arqueóloga planea ampliar las actuaciones hacia el extremo norte y las calles donde aparecieron las columnas. Asimismo, continúa con la selección de piezas interesantes que incluirá en la exposición. Esta se situará en la misma planta del edificio en el que las restauradoras limpian todas las piezas que aparecen y los visitantes «también tendrán la oportunidad de conocer los métodos de trabajo empleados en la conservación de cada una de ellas».
Actualmente, los miles de fragmentos que componen las pinturas murales y otros objetos que decoraban la vivienda excavada solo se pueden observar a través de las visitas guiadas que los arqueólogos ofrecen en el yacimiento y en el laboratorio durante la temporada de trabajo en el campo. La apertura del museo físico permitirá que los turistas dispongan de otro atractivo que conocer en el centro de la villa salinera.