La circulación de vehículos en la AP-7 sigue cortada este miércoles sobre las 10 horas a raíz de las protestas de agricultores franceses en la A-9 en Le Boulou (Francia), que provoca 4 kilómetros de retenciones en sentido norte y 3 en sentido sur, así como 3 en la N-II.

Según informa el Servei Català de Trànsit (SCT) en 'X', se siguen haciendo desvíos a la N-II en Llers y Figueres Norte (Gerona) en sentido norte y en La Junquera en sentido sur.

Los aparcamientos de camiones de La Junquera y las áreas de servicio de Hostalric (Girona) a La Junquera están a su máxima capacidad este miércoles por la mañana, han sido abiertos los aparcamientos de La Roca del Vallès y Martorell (Barcelona) y se recomienda utilizar la ruta alternativa por la C-16 y N-20.

Por su parte, la ministra francesa de Agricultura, Annie Genevard, advirtió este martes que el bloqueo de la frontera española de La Junquera, al igual que otras acciones de carácter violento del sindicato agrícola Coordinación Rural (CR) contra personas y bienes "no es aceptable".

En una entrevista al canal de la televisión pública France 2, Genevard subrayó, al referirse a la CR, que "atacar los bienes, las personas, bloquear de forma duradera el país, no es aceptable", y se refirió de forma explícita a los daños que han causado y al "bloqueo de la frontera española".

Desde el martes por la tarde, varias decenas de agricultores con sus tractores, convocados por ese sindicato, que es el segundo del país, impiden la entrada de camiones desde España por la autopista A9 al haber formado con sus vehículos una barrera en el peaje de Le Boulou.

Los manifestantes, que buscaban camiones que transportaran carne o vino desde España, vertieron el contenido de al menos dos cubas con decenas de miles de litros de caldos españoles, sin que las fuerzas del orden intervinieran.

La principal organización profesional, la Federación Nacional de Sindicatos de Explotadores Agrícolas (FNSEA) se ha desmarcado de las acciones violentas y de los bloqueos de la CR, como lo reiteró este miércoles su presidente, Arnaud Rousseau, en una entrevista a la emisora France Info.

Rousseau hizo hincapié en que el suyo es "un sindicato responsable desde hace 80 años" y que "amenazar con el caos no está en nuestro ADN ni es la forma de buscar soluciones".

En cualquier caso, indicó que la FNSEA organizó el lunes acciones de protesta en 85 departamentos pero con la regla de que "no queremos ataques a las personas ni a los bienes".

El principal asunto que ha desencadenado la actual oleada de protestas es la posible conclusión del acuerdo de libre comercio entre la Unión Europea y Mercosur, al que Francia se ha opuesto de forma rotunda desde que se firmó en 2019, pero que la nueva Comisión Europea quiere sacar adelante con el apoyo de una mayoría de países.

El Gobierno francés ha decidido, para presionar a Bruselas, organizar un debate parlamentario.

Para el ministro francés de Exteriores, Jean-Noël Barrot, ese debate será "muy útil" porque "permitirá demostrar la unanimidad de las fuerzas políticas francesas" sobre el hecho de que "no queremos este acuerdo porque es injusto", explicó en otra entrevista en la emisora Europe 1.

En paralelo, el Gobierno francés está tratando de constituir una coalición de países, entre los Veintisiete, que pueda vetar el acuerdo, para el caso de que la Comisión Europea decida escindir el apartado puramente comercial del acuerdo de asociación.

En caso de escisión, el acuerdo no necesitaría la unanimidad de los países de la UE, sino que bastaría con una mayoría cualificada, pero una minoría de veto podría bloquearlo.