Hace nos días estrenamos estación: el otoño. Con él llegan las hojas en el suelo, las tardes más cortas, el frío y... ¡las setas! Desde hace unos años, varios Ayuntamientos de pueblos pertenecientes a la Sierra burgalesa optaron por acotar sus montes y regular la recogida de hongos y setas, por lo que los aficionados a esta práctica se ven obligados a obtener una licencia que les de derecho a recolectar según en que puntos de la provincia. Antes de adentrase en un monte con intención de buscar setas hay que saber a qué localidad pertenece y que tipo de permiso en necesario, ya que no todos son iguales.
En la comarca Pinares-Demanda existen veintiséis localidades que han sometido la recogida a este reglamento, bien de forma individual, a través de cotos conjuntos o mediante el Micocyl. Hasta la fecha, alrededor de 1.500 personas ya han obtenido su permiso para recolectar durante toda la temporada en algunos de estos puntos, pero la cifra es orientativa, y se incrementará de manera sustancial en los próximos días, según se vaya aproximando la temporada de estos manjares cuya recogida casi se ha convertido en una ‘moda’.
El precio del permiso por temporada en cada zona acotada varía, pero en la mayoría de los casos es de cinco o diez euros para empadronados; de 20 ó 25 para vinculados; y de entre 60 y 150 para foráneos. Las cifras son superiores si su utilización será comercial, y además existen permisos para un solo día cuyo precio suele ser de 10 euros.
En la comarca de Pinares, Micocyl se encarga de la gestión de esta práctica en la zona denominada Demanda-San Millán e incluye montes de siete localidades: Pineda de la Sierra, Valle de Valdelaguna, Villasur de Herreros, Huerta de Arriba, Monterrubio de la Demanda, Riocavado de la Sierra y Barbadillo de Herreros. Hasta la fecha, desde este organismo, se han expedido 269 permisos. Estos se pueden obtener a través de su página web, lo que hace que el número pueda cambiar sustancialmente en los próximos días, y la licencia da derecho a recolectar en todo el territorio acotado bajo la denominación Demanda-San Millán.
Por otro lado, hace tres año comenzó a funcionar en la comarca el denominado Coto Micológico Pinares Sur de Burgos, al que se han ido incorporando diferentes pueblos desde su constitución. En este caso, los permisos se obtienen en los distintos Ayuntamientos y también en diferentes establecimientos asociados en los que se puede conseguir el permiso de día y de fin de semana.
Este está constituido por doce localidades y hasta la fecha se han expedido aproximadamente 1.000 licencias de temporada, la mayoría para empadronados y vinculados. A esto hay que añadir las que se expedirán en próximas fechas y los pases de día que se ofrecen en los bares, restaurantes o casas rurales y que suponen un dato importante porque son muchas las personas de fuera, sobre todo de otras partes de la provincia burgalesa y de la autonomías cercanas, como el País Vasco que vienen a recolectar a esta zona.
Los pueblos que forman parte de este coto son (entre paréntesis los permisos expedidos de temporada hasta la fecha en cada uno de ellos): Huerta de Rey (205); Rabanera del Pinar (119); Santo Domingo de Silos (157); La Gallega (22); Mamolar (73); Hontoria del Pinar (266); Pinilla de los Barruecos (91); Espinosa de Cervera (15); Caleruega (37), Arauzo de Miel, Cabezón de la Sierra (35) y Carazo.
También forman parte de este coto las siguientes localidades que pertenecen a algunos de los municipios anteriormente citados y que son Doña Santos, Aldea del Pinar, Navas del Pinar, Hinojar del Rey, Quintanarraya, Peñalba de Castro, Hinojar de Cervera, Gete, Hortezuelos y Peñacoba.
Neila se estrena.
Este año se estrenan en este tipo de regulación varios pueblos, uno de ellos es Neila, que ha decidido crear su coto de setas de forma individual y cuyo Ayuntamiento ya ha expedido más de 150 permisos. Igualmente han decidido acotar sus montes para regular la recogida los pueblos de Jaramillo de la Fuente, Tinieblas, Tañabueyes, San Millán de Lara, Vizcaínos y Barbadillo del Pez. Cada localidad ha desarrollado su propio reglamento.
El número de permisos de temporada expedidos hasta la fecha apenas llega a la docena, pero se espera que en próximos días aumente, una vez que se vaya generalizando la campaña que será más o menos buena en función de la climatología. Hasta ahora no es mucho lo que ha llovido en la comarca, pero en todo caso las zonas de Demanda y Pinares son propicias para el buen desarrollo de las distintas especies micológicas que a tantos aficionados atraen cada temporada.