Álex Izquierdo se enfrentará este fin de semana por primera vez a la Arandina tras 22 años en el club, ahora como técnico del Palencia Cristo Atlético, en un duelo clave para las aspiraciones de ambos conjuntos de cara al ascenso. Tras una difícil salida del club ribereño, el técnico repasa lo que vivió tras dejar atrás una vida en blanquiazul y cómo está siendo este nuevo proyecto. 

¿Qué significa enfrentarse al equipo de su vida en este momento decisivo?
Bueno, pues por un lado es evidente que a nivel personal es un partido especial, porque son 22 años perteneciendo a la Arandina, primero como jugador y luego como entrenador. Cuando hace unos meses salí del club, sabía que este momento podía llegar, aunque ha sido pronto. Lógicamente, es un partido especial y emotivo. Pero desde la perspectiva deportiva, estamos en el tramo final de la temporada y estamos preparando el partido para intentar conseguir los tres puntos en casa, que serían muy importantes para nosotros.

¿Qué recuerdos le vienen a la cabeza después de tantos años siendo parte del club?
Pues muchísimos. Aquí necesitaríamos mucho tiempo para recordarlos todos. No todos tuvieron un final feliz, como el descenso del año pasado, pero fueron años muy importantes en mi vida, tanto a nivel deportivo como personal. Recuerdo con cariño el año del ascenso, los play-offs, las eliminatorias de Copa del Rey... Y por supuesto, mi etapa como jugador, que fue la que me hizo enamorarme del fútbol y del club. La Arandina es y será siempre mi equipo, por eso guardo tantos recuerdos.

La Arandina es y será siempre mi equipo. Fueron años muy importantes en mi vida a todos los niveles»

¿Cómo fue aquella noche de Copa frente al Real Madrid?
Pues quizás, después de todo este tiempo, hemos empezado a asimilar lo que fue. Detrás de ese partido hubo mucho trabajo, primero ganando el campeonato el año anterior y luego eliminando a Murcia y Cádiz. Ni aun así te imaginas poder vivir un partido contra el Real Madrid. Fue una noche mágica, además justo en el Día de Reyes, un día inolvidable para mí, para los aficionados y para la ciudad de Aranda de Duero.

Su salida de la Arandina no fue fácil. ¿Cómo lo recuerda ahora?
Fue una de las decisiones más difíciles de mi carrera, junto con la de pasar a los banquillos. Salir del club después de tantos años, además sin saber qué nuevas oportunidades podrían surgir, fue duro. Pero sentía que era el momento de cerrar un ciclo, tanto a nivel deportivo como estructural. Había cosas en el día a día que no encajaban con mi forma de entender el proyecto. Por suerte, en noviembre llegó la oportunidad en el Palencia Cristo Atlético.

Había cosas en el día a día que no encajaban con mi forma de ver el proyecto»

¿La decisión de salir era irrevocable o hubiera seguido en otras circunstancias?
Fue una decisión muy meditada. Sentía que un cambio en la dirección del primer equipo podría venirle bien al club. A nivel de gestión, también veía que mi etapa había terminado. En el plano personal, me quedaba en una situación de incertidumbre, pero era lo justo para el club y para mí. A día de hoy, sigo haciendo un esfuerzo para entrenar y desplazarme, pero valoré todo antes de tomar esa decisión, que no fue fácil.

Y ahora, desde fuera, ¿cómo ve a la Arandina de Sesi a estas alturas de temporada?
Están peleando por el ascenso directo. Desde el inicio de Liga, pese a ser un equipo prácticamente nuevo, se colocaron en la zona alta. El proyecto estaba diseñado para eso. Es cierto que en las últimas semanas, por la igualdad en la competición, el Astorga se ha distanciado un poco, pero no creo que la Arandina haya dicho su última palabra. Si no logran el ascenso directo, seguro que serán candidatos en el play-off. Tienen mucho potencial individual y jugadores desequilibrantes.

Lógicamente es un partido especial y emotivo, pero  queremos los tres puntos»

¿Cómo valora estos meses en Palencia? ¿Ve posible llegar al play-off y dar la sorpresa?
Con esa ilusión estamos. Cuando llegué, la situación no era buena, pero conseguimos revertirla. Quedan diez partidos y estamos a un punto del play-off, así que vamos a trabajar para poder pelear.

¿Una victoria del Cristo Atlético el sábado sería definitiva para el ascenso?
La igualdad en el grupo es máxima. La Astorga ha abierto cierta distancia, pero no creo que sea definitiva. Cada semana que pasa hay menos margen. La lucha por el play-off también está muy abierta, con muchos equipos en la pelea. Será un final bonito para el espectador.

Por supuesto, deseo lo mejor a la Arandina en sus objetivos»

¿Una victoria para usted sería una pequeña redención o ya está todo olvidado?
No. Una victoria serían tres puntos muy importantes para el Cristo. Desde esa perspectiva estamos preparando el partido, para competir y  ganar a uno de los mejores equipos del grupo.  Pero, por supuesto, deseo lo mejor a la Arandina en sus objetivos.