La Arandina diluye buena parte de sus esperanzas de lograr la salvación. Los ribereños cayeron por la mínima ante el Guijuelo gracias a un solitario tanto de Pesca en propia puerta (0-1), y no pudieron refrendar su dominio en el juego con una victoria. Hasta cinco ocasiones locales, una cartulina roja y un larguero en el último suspiro condicionaron lo que podría haber sido una tarde sumamente diferente.
Los de Álex Izquierdo gozaron de hasta dos llegadas claras en la primera mitad, pero Rabanillo se convirtió en su bestia negra. Primero fue un mano a mano que desbarató el guardameta visitante a Gonzalo, y posteriormente una combinación entre Raly y Haji, que no llegó a conectar sobre la línea el hispanogambiano por centímetros. El Guijuelo avisó antes del descanso con un larguero de Xabi.
La vuelta de vestuarios mantuvo las embestidas ribereñas, que volvieron a vestir de héroe a Rabanillo. Tras un disparo desviado de Gonzalo y un cabezazo de Javi Bueno, el arquero salmantino desbarató una tercera ocasión local. Gonzalo conectó un saque de banda potente de Pesca y obligó al portero verdiblanco a rebañar el esférico de la escuadra. Y tras perdonar, llegó la diana visitante luego de un gol en propia de Pesca a la salida de un córner.
A partir de entonces, las cosas no hicieron más que torcerse. Dos minutos después del gol, Adri Pérez fue expulsado por una dura entrada en campo rival sobre Diego González. Golpe definitivo para una Arandina que no cesó en sus intentos, pero que tuvo que aceptar el irse de manos vacías. No sin antes toparse con el larguero cuando el descuento ya coleaba su conclusión. Frodo rozó la épica con un disparo colocado desde el semicírculo, pero la fortuna volvió a negar a los ribereños eso que tanto se ha resistido durante el curso. Con este resultado los blanquiazules se mantienen colistas y se sitúan a nueve puntos del play out a la espera de lo que suceda en la jornada de hoy.