A Ignacio Melchor le resultaron muy extraños los excrementos que la semana pasada encontró en el jardín de su casa. El color rojizo es lo que primero le llamó la atención, por lo que no tardó en investigar en internet su posible procedencia. Efectivamente, todo apuntaba a que había recibido la visita de un visón americano, una especie invasora que está acabando con la supervivencia de la europea. Avisó rápidamente a los agentes medioambientales de la Junta de Castilla y León, que colocaron trampas y lograron capturarle en cuestión de dos días.
La supervivencia del visón europeo pasa por la captura y eliminación de la especie americana, de mayor tamaño y mayor agresividad. Tal y como publicó este periódico hace unos meses, se estima que en la provincia de Burgos apenas haya una docena de ejemplares autóctonos. Por eso es tan importante dar caza a sus 'enemigos' con trampas distribuidas en zonas donde presumiblemente van a estar, como pueden ser los ríos. La colaboración ciudadana también es clave, y eso es lo que ocurrió en la barriada San Juan Bautista hace apenas unos días.
Ignacio tuvo claro desde el principio que debía dar aviso a las autoridades. «Conozco la problemática y por eso en cuanto confirmé que los excrementos eran de visón americano lo puse en conocimiento de los agentes medioambiantales de la Junta de Castilla y León», cuenta. No tardó en caer el animal, pues apenas dos días después de que los funcionarios colocasen las trampas en el jardín de la vivienda, terminó en la jaula.
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