Actual, moderno, fresco, dinámico, contemporáneo, rompedor, rupturista y muy creativo. Así es desde hace tres décadas el Museo Reina Sofía de Madrid, un centro que es puntal y referencia del arte que se hace en España y en el mundo, y en el que destaca de manera sobresaliente el Guernica (1937) de Picasso.
Tras 30 años de andadura, desde aquel octubre de 1990, el museo encara este año con una programación claramente festiva y con el objeto de superar una pandemia que ha paralizado la actividad cultural y museística del país. Así, el centro proyectará en los próximos meses una selección de exposiciones que combina el arte marroquí con un conjunto de muestras de grandes artistas contemporáneas, además de la apertura de nuevas salas.
Estos espacios reconvertidos, ubicados en la planta baja del edificio Sabatini, acogerán la parte más nueva de la colección permanente del museo (a partir de los años 90), y está previsto que abran sus puertas en noviembre del presente ejercicio. El museo lleva años trabajando en este proyecto, que ha ido creciendo gracias a donaciones y compras. Aunque aún es pronto para conocer más detalles sobre el contenido de esos espacios, sí se sabe que dispondrá de un apartado dedicado al exilio, que habrá una mayor presencia de la arquitectura y que contará con artistas latinoamericanos.
Los nuevos nombres nacionales e internacionales que se sumarán al Reina Sofía son Dora García, Asier Mendizábal, Hito Steyerl, Rosa Barba, Jonathas Andrade, Patricia Esquivias o Juan Javier Salazar.
En el apartado de exposiciones temporales, el pistoletazo de salida lo dará Trilogía Marroquí. 1955-2011, una muestra retrasada por el coronavirus que ofrece a partir del próximo 31 de marzo un recorrido por el arte magrebí desde su declaración de independencia hasta principios de este siglo.
La muestra está firmada junto a Mathaf: Arab Museum of Modern Art - Qatar Museums y Qatar Foundation, y está comisariada por Abdellah Karroumque.
En verano, tres exposiciones de mujeres tomarán la palabra en el museo de arte madrileño: Charlotte Johannesson, Ida Applebroog y Vivian Suter. Feminismo, naturaleza y conceptualidad se darán la mano en este nuevo año.
Igualmente, el museo acogerá la obra de la grabadora cubana Belkis Ayón y una retrospectiva del fotógrafo Michael Schmidt (1945- 2014), que revisa el trabajo de uno de los artistas más influyentes de la fotografía alemana de posguerra.
En el apartado de arte nacional, Pedro G. Romero presentará un proyecto con una escenografía a modo de plaza en el que se desarrollarán performances vinculadas al mundo del flamenco, y Pep Agut ocupará el Palacio de Cristal para cuestionar el espacio del arte como espacio público
Más de 23.000 obras
Tres décadas de trabajo, de esfuerzo y de recopilación dan para mucho, como lo demuestran las más de 23.000 obras que atesora el Museo Reina Sofía, uno de los centros más punteros en arte contemporáneo del mundo, con el Guernica de Picasso a la cabeza.
Durante este tiempo, el buque insignia de la creación actual ha dedicado más de 700 exposiciones temporales a artistas tan reconocidos como Picasso, Anish Kapoor, Popova, Robert Capa, Lucio Fontana, Torres García, Marcel Broodthaers, Alberto Giacometti, Antoni Tàpies, Louise Bourgeois, Bruce Nauman, Chillida o Juan Gris.
Las colas más largas para ver una exposición tuvieron lugar en 2013 con motivo de Dalí. Todas las sugestiones poéticas y todas las posibilidades plásticas, una de las muestras más visitadas en la historia de la capital, con más de 700.000 entradas. Esta exhibición incluía obras de Dalí nunca contempladas en España, como Las bañistas, del Museo de San Petersburgo (Florida); La persistencia de la memoria, del MoMA, o Alucinación: seis imágenes de Lenin sobre un piano, del Centro Pompidou.
Un pasado sanitario
La arquitectura no es un ente baladí en la estructura del Museo Reina Sofía, por eso los responsables de la institución quieren este año, con motivo del 30 aniversario de su creación, poner en valor los dos edificios que componen este centro cultural: los edificios Sabatini y Nouvel.
El edificio principal y más antiguo, conocido como Sabatini, por el arquitecto que lo diseño junto a José de Hermosilla, ha pasado por muchas vicisitudes hasta llegar a convertirse en el museo internacional de arte moderno que es en la actualidad. Su historia arranca con la fundación del Hospital San Carlos, ordenada por Felipe II en el siglo XVI, y continuada en el XVIII por Carlos III.
En 1965 se decide el cierre como hospital pero el edificio consigue sobrevivir a diversos rumores de demolición hasta convertirse en museo en la década de los 90.
En 2006 llegó su esperada ampliación, firmada por Jean Nouvel, pero también fueron momentos importantes la Operación Picasso, que permitió la entrada en la colección de un importante número de obras del autor; la puesta en marcha del centro de estudios o la aprobación del Estatuto del Museo.
Su voluntad de seguir creciendo la demuestran sus proyectos más inmediatos como la ampliación de una treintena de salas en la planta baja, y que verán la luz a finales de 2021.