El Comité Ejecutivo de la Cámara de Comercio e Industria de Burgos se reunió ayer, con carácter urgente, para consensuar una respuesta a las noticias del Ministerio de Transportes que sitúan en 2022 la llegada del AVE a la capital burgalesa. La «indignación» en el empresariado es grande ya que este nuevo retraso viene a ratificar «el olvido con el que la Administración Central trata una y otra vez los proyectos e infraestructuras de la provincia». Un trato que «supone un lastre para el desarrollo económico».
El Comité Ejecutivo dio su respaldo a que el presidente de la Cámara traslade al alcalde, al presidente de la Diputación y al Subdelegado del Gobierno la «falta de respeto a los ciudadanos que constituyen estas decisiones».
Se trata de hacer saber el malestar por el retraso del AVE, pero también para insistir en la petición de «que el Corredor Central tenga su continuidad en la línea Madrid-Aranda-Burgos y desde aquí llegar a los puertos del Cantábrico».
Se recuerda la necesidad de «aprovechar todas las oportunidades» que la ampliación de los terrenos de Cetabsa en Villafría, que pondrá en el mercado más de 220.000 metros cuadrados de suelo, «brinda a Burgos para favorecer su posicionamiento como centro logístico, creando sinergias y disminuyendo los costes de las operaciones».
La Cámara recordó que la ejecución completa del Corredor Central, que «aglutina un porcentaje de población y del PIB muy importante de nuestro país, amplía considerablemente las expectativas económicas de las empresas y de los puertos implicados».
El Comité Ejecutivo planteó la posibilidad de contar los recursos que provengan de los Fondos Next Generation de la Unión Europea ya que «uno de sus ejes transversales que contemplan es que faciliten la cohesión social, económica y territorial». Una cohesión, tal y como se añade, «que se consigue con una adecuada red de infraestructuras que unen y vertebran el territorio y posibilitan su desarrollo».
Con el empresariado volcado en estos dos grandes proyectos, la Cámara reclamará en las próximas reuniones con el Ayuntamiento, la Diputación y la Subdelegación (la Junta ya estuvo en la reunión de ayer como tutelante del encuentro) la implicación de sus máximos responsables para la llegada de estas infraestructuras, que se consideran vitales para la provincia.
La semana pasada, nadie podía explicarse cómo es posible que ahora el Ministerio de Transportes defienda que necesita 10 u 11 meses más para culminar las pruebas de seguridad y que tampoco se dé una fecha con certeza sobre la comercialización de los billetes y sobre la llegada definitiva del AVE a la capital burgalesa.