Una lucha que persiste

N. M. J. (Sumando Comunicación)
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El Plan Nacional frente a la Resistencia a los Antibióticos cumple diez años

El PRAN busca reducir el riesgo de selección y diseminación de resistencia a estos fármacos. - Foto: Ricardo Ordóñez (ICAL)

Hace 10 años el riesgo a la resistencia a los antibióticos era tal que la propia OMS alertó del problema al que se enfrentaba la humanidad y desde la Comisión Europea se instó a sus socios miembros a plantear acciones que permitiesen hacer frente a esta amenaza. 

Así es como en 2014, la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) creó el Plan Nacional frente a la Resistencia a los Antibióticos, también conocido por sus siglas PRAN. Se trata de un programa estratégico y de acción que busca precisamente reducir el riesgo de selección y diseminación de resistencia a los antibióticos, y así reducir el impacto de este problema sobre la salud de personas y animales.

Este Plan se fundamenta en seis ideas estratégicas, como son la vigilancia del consumo de antibióticos; el control de estas resistencias bacterianas; la prevención; la investigación; la formación de los profesionales sanitarios en el tema; y por último la comunicación y sensibilización de la población sobre esta problemática.

A partir del PRAN, las comunidades autónomas desarrollaron sus diferentes planes, creando así una serie de líneas prioritarias en salud humana. Surge así la implantación de los Programas de optimización de uso de antibióticos (PROA), tanto en el ámbito hospitalario como en Atención Primaria. 

Los PROA están compuestos por médicos, enfermeras, farmacéuticos, microbiólogos y especialistas en salud pública, que trabajan con equipos médicos para desarrollar protocolos que ayuden a mejorar la efectividad de los antibióticos y minimizar el riesgo de resistencias. 

Seguimiento

«El grupo PROA ve los antibióticos que se ponen en el hospital y hablan con los profesionales para ver si es necesario continuar con el antibiótico o no, o si es el adecuado, a fin de intentar disminuir ese consumo antibiótico», explica la coordinadora científico técnica PROA de Castilla y León, Amparo López Bernus. En atención primaria, el trabajo se lleva a cabo también en colaboración con los médicos, y busca desarrollar pautas adaptadas a las necesidades específicas de la comunidad y fomentar prácticas de prescripción responsable. 

Diez años después, los profesionales consideran que es necesario «llamar la atención"» de la población, para lograr, entre todos, controlar esta dificultad. De hecho, el jefe de servicio de Información de Salud Pública de la Junta, Rufino Álamo, señala que desde la puesta en marcha del Plan Nacional de Lucha frente a la Resistencia Antimicrobiota se ha logrado ir controlando el consumo de los antibióticos, sin embargo la llegada de la pandemia provocó una «situación compleja».

En esta línea, Amparo López señala que uno de los mayores consumidores de tratamiento antibiótico son las infecciones respiratorias, cuando el 86 % de ellas están provocadas por virus. «Con lo cual, no hace nada», añade la coordinadora que recuerda que solo se debería consumir tratamiento antibiótico en aproximadamente un 14% de las infecciones.  «Que tú te tomes un tratamiento antibiótico no solo va a hacer que tus bacterias sean resistentes, sino que lo va a sufrir toda la población», concluye López.