El fin anunciado de la tarifa bonificada del gas natural para las comunidades de vecinos pone en alerta a las viviendas que se acogieron en su momento a esta medida excepcional impulsada por el Gobierno central en octubre de 2022. Y es que a partir del próximo 1 de enero alrededor de 5.000 hogares burgaleses deberán cambiarse al mercado libre y ese paso obligado anticipa un drástico incremento de los recibos de hasta el 100%.
Al no existir registros de las fincas que recurrieron a esta opción, la cifra resultante es una estimación entre las diferentes fuentes consultadas por este periódico con el factor añadido de la coexistencia con las tarifas indexadas. «No se puede saber con exactitud porque no hay un listado», zanjan en elColegio de Administradores de Fincas de Burgos y Soria.
Sea como fuere, este colectivo advierte de las importantes consecuencias que tendrá esta delicada circunstancia y se alinea con la postura anunciada recientemente por el Consejo General nacional del sector -CGCAFE- por la que solicita la ampliación durante el próximo año de las condiciones establecidas en la tarifa de gas regulada por el Estado (TUR 4).
Cabe recordar que el objetivo inicial de esta medida era minimizar el impacto del incesante aumento del precio de la energía y ahora los profesionales colegiados solicitan al Ministerio para la Transición Tecnológica la continuidad de los márgenes estipulados para las comunidades de vecinos con calefacción central.
Los administradores de fincas consideran «discriminatoria» esta decisión del Gobierno, ya que las viviendas particulares esquivan este delicada circunstancia y mantendrán en el inicio del año 2024 las condiciones fijadas en el momento actual.
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