La ubicación y el concepto de patio interior. Estos son los dos únicos elementos que se van a conservar de la actual Casa de los Maestros, hasta hace unos meses sede de la Policía Local y, en el futuro, centro de recepción de visitantes de Aranda de Duero, ubicado en los Jardines de don Diego, una vez que se materialice el proyecto de ejecución de la rehabilitación integral de este inmueble. Este es el primer capítulo del ambicioso Plan de Sostenibilidad Turística en Destino 'Aranda Ciudad Subterránea', que cuenta con una ayuda de fondos europeos de 3,3 millones de euros, de los que 1,7 irán a parar a este edificio. Su coste total, por el que salen a licitación los trabajos de construcción, es de 3,5 millones de euros, por lo que las arcas municipales tendrán que aportar algo más de la mitad de este presupuesto.
Para esta rehabilitación integral se ha marcado un plazo de ejecución de 13 meses, a los que habrá que sumar lo que se tarde en amueblarlo y poner en marcha las innovaciones tecnológicas que debe llevar incluidas, como la creación de una sala de experiencia inmersiva, que se ubicará en la planta baja del nuevo edificio, donde los turistas podrán conocer lo que es una bodega subterránea antes de bajar a una de las muchas que horadan el casco histórico arandino.
Esa es la novedad más destacada para la dotación de un centro que, en su aspecto exterior, dista mucho de la actual imagen de este edificio, del que solo se van a conservar los muros de la planta baja «hasta una altura aproximada de 3,20 metros, integrándolos en el edificio» se especifica en el proyecto de ejecución. El resto «debido al estado y composición de los muros, se han considerado insuficientes en cuanto a funcionalidad y seguridad por lo que se prevé su eliminación y sustitución por cerramientos más acordes a las necesidades actuales de eficiencia energética, iluminación y seguridad», aclara el documento técnico los motivos de la demolición del resto del inmueble.
Con vista a conseguir esa mayor eficiencia energética, además de dotar al entorno de los Jardines de don Diego de un edificio singular. «En cuanto al concepto estético, se han adoptado los cánones de la Nueva Bauhaus Europea, generando una nueva envolvente que integra al edificio en su entorno en lo que a volumetría y materiales se refiere», concreta el proyecto. Cuando esté acabado, la planta baja tendrá un recubrimiento de paneles de hormigón prefabricados y las plantas superiores de acero corten «a fin de controlar y filtrar la luz exterior y mejorar las condiciones térmicas del cerramiento».
Sostenibilidad. Esa es una de las herramientas que tendrá el nuevo edificio para mejorar su eficiencia energética y reducir al mínimo las emisiones a la atmósfera. «Se pretende obtener un ahorro en el consumo de energía final del 66,25% y de emisiones del 85%», cuantifican los diseñadores de este edificio las ventajas de las herramientas que han incluido en el inmueble para que sea lo más respetuoso posible con la sostenibilidad energética. Unas medidas que también se van a implementar en su interior, donde «los espacios se abren al patio interior mediante pequeños huecos rasgados en la fachada de aislamiento térmico exterior y un muro cortina en la fachada sur del patio con control solar mediante lamas de aluminio».
En su interior, de sus dos plantas actuales, el proyecto incluye una tercera más la cubierta, que se articularán en torno a un patio interior que estará colocado en la primera planta, en vez de en la baja como se encuentra ahora, para ganar espacio en ese piso a cota cero para la sala de recreación del patrimonio subterráneo de la ciudad. En la primera planta habrá una zona para eventos, una sala de proyecciones y otra de usos múltiples, conectadas todas por un almacén. Para el reparto de espacios en la segunda planta se han dejado las oficinas, repartidas en dos módulos y con acceso a una terraza posterior, junto con una sala de reuniones. Desde la última planta, a la que se llegará a través de la escalera principal, se podrá acceder a una terraza para el público, además de a las cubiertas donde estarán ubicadas las instalaciones necesarias para este edificio, a las que sólo tendrán acceso los técnicos.