No usar anticoncepción provocó la mitad de los abortos en 2023

ANGÉLICA GONZÁLEZ / Burgos
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Burgos, con 440, tiene una tasa de interrupciones voluntarias del embarazo cuatro puntos por debajo de la media nacional. El mayor número se produjo entre mujeres de 20 a 24 años

La falta de uso de un método anticonceptivo provoca embarazos no deseados que terminan en abortos, sobre todo entre mujeres jóvenes. - Foto: Alberto Rodrigo

A lo largo del año 2023, un total de 440 mujeres de la provincia de Burgos decidieron no seguir adelante con un embarazo y optaron por la interrupción voluntaria del mismo, según datos del Ministerio de Sanidad. Se trata de una cifra que supera en apenas 7 a la de 2022, lo que significa, a juicio del ginecólogo Abel Renuncio, portavoz de la Sociedad Española de Contracepción,  estabilidad en una práctica que, según explica, «se va normalizando en la sociedad» desde que el principal hospital, el HUBU, iniciara la práctica de estas intervenciones. Los números se hicieron públicos hace unos días e indican que la falta de un buen conocimiento de la anticoncepción y de una educación sexual adecuada siguen siendo los principales problemas que provocan tomar una decisión tan compleja para la mujer, ya que en el 48,63% de los casos se hizo ante un embarazo no deseado que se produjo por no utilizar ningún método anticonceptivo.

En el otro 50%, la gestación se produjo por fallos de los métodos que sí se utilizaron para evitarla: en el 31,59%, el de barrera (condón), en el 17,5%, los hormonales y en el 0,68%, el DIU. El resto de los abortos fueron por riesgos para la embarazada, anomalías fetales y otras graves complicaciones de salud. Burgos tiene una tasa de abortos del 8,12, ligeramente inferior a la del conjunto de la comunidad autónoma (8,57) y cuatro puntos por debajo de la nacional, que está en el 12,2 y que ha subido significativamente.

Por edades, el mayor número de las interrupciones voluntarias del embarazo (IVE) se realizaron en mujeres muy jóvenes, de entre 20 y 24 años (106), seguido de las de edades comprendidas entre los 30 y los 34 (90) y las que tenían entre 25 y 29  (84). En el tramo de la edad más alta que se refleja en las estadísticas,  44 años y más, no se produjo ninguna; de entre 40 y 44, 31; de 15 a 19, 45 y de menos de 15, 1.  Estos datos indican que el grueso de las IVE fueron realizadas sobre mujeres de 15 a 24, lo que da la medida, como explica Renuncio, de lo «necesaria que sigue siendo una educación sexoafectiva en la infancia y la adolescencia, con contenidos adecuados a cada una de las edades».

Desde la Sociedad de Contracepción se insiste en la necesidad de  educación sexual

 

No descarta tampoco el experto que dentro de estas estadísticas se encuentre, además del desconocimiento de las cuestiones más básicas para evitar un embarazo, determinadas dificultades económicas que puedan hacer complicado hacerse con métodos de barrera. En este sentido, recordó que las mujeres deben tener presente que la sanidad pública asume el gasto de otro tipo de anticoncepción como el DIU, «que no le supone ningún gasto a la mujer», o las pastillas anticonceptivas, que pueden conseguirse con receta médica por unos pocos euros.

Renuncio insiste en que una buena información sería una herramienta poderosa no solo contra los embarazos no deseados y, por tanto, contra el aborto, sino que además reduciría el incremento que no cesa en los últimos años de casos de infecciones de transmisión sexual entre la gente joven, algunas de las cuales pueden tener consecuencias de gravedad para su salud a medio y largo plazo. 

¿Cómo son? La mayoría de las residentes en Burgos que abortaron el año pasado viven en pareja (242)  y en segundo lugar, con sus padres o sus familias (92), lo que es mayoritario en el grupo de las más jóvenes; 59 vivían solas y el resto, tenían otras formas de convivencia o no consta en las estadísticas oficiales.   Lo hicieron, fundamentalmente, en la sexta semana de gestación, cuentan con ingresos económicos propios y trabajan por cuenta ajena. Las intervenciones se realizaron en un alto porcentaje en el marco de la sanidad pública y en este sentido, Burgos es la provincia de Castilla y León con un porcentaje mayor (83,86%) de abortos financiados. 

El portavoz de la SEC es ginecólogo en el Hospital Universitario de Burgos y en la Unidad de la Mujer, donde se trabaja contra los mitos que aún persisten sobre la anticoncepción. Porque, por asombroso que resulte, aún hay consultas en las que el personal sanitario se encuentra con preguntas como si la primera vez que se realiza un coito se puede producir un embarazo. El propósito de la Unidad es que no haya gestaciones no deseadas y que las mujeres se protejan frente a ellas y a las infecciones de transmisión sexual (ITS). Esto redundará -insiste- en un menor número de abortos, aunque esta práctica no desaparecerá porque seguirá existiendo un porcentaje vinculado a malformaciones del feto y a otras circunstancias.

En un 31,59% el embarazo se produjo por un fallo del método de prevención

 

Justo en los mismos días en los que se han conocido los datos de la utilización de este derecho que asiste a las mujeres españolas por ley y delante, precisamente de la Unidad de la Mujer -donde se informa sobre anticoncepción y se hacen mamografías para el cribado del cáncer de mama- hay a diario un grupo de personas rezando.

Se trata de una nueva edición de la iniciativa denominada '40 días por la vida', que se define como «un movimiento internacional en defensa del no nacido» y que además de la oración hace ayuno y «vigilias pacíficas» por esta causa. Piden por «la conversión» y «las almas de estas mujeres» pero en ningún caso interpelan a las que entran y salen de este establecimiento sanitario público ya que  el Código Penal incluye como delito desde no hace mucho tiempo el acoso a las mujeres que acuden a un centro sanitario a interrumpir su embarazo. Esta incorporación  se realizó debido a que en numerosas ocasiones, en otras ciudades, tanto trabajadores como usuarias de estos centros han sido increpados con violencia o amedrentados. No es el caso de Burgos: «Aquí no hemos tenido ningún problema, ellos ejercen su libertad, igual que las mujeres», concluye Renuncio.