Los libros también repueblan en Soncillo

A.C. / Soncillo
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Carlos Oñate, vocal de la junta vecinal de Soncillo, ultima el montaje de la nueva biblioteca municipal donde ha colocado, ordenado y registrado los más de 4.000 volúmenes donados. También se encargará de abrirla al público

Carlos Oñate, en un rincón de la nueva biblioteca municipal. - Foto: A.C.

Carlos Oñate Galarraga es un convencido de que todos los servicios públicos que se abran en el Valle de Valdebezana suman a la hora de frenar la despoblación y atraer nuevos vecinos. Por ello, en cuanto se convirtió en vocal de la junta vecinal de Soncillo hace un año, decidió meter mano a las decenas de cajas de libros que se habían ido acumulando desde 2015 en la casa de las Hidalgas, propiedad del pueblo. Todos habían llegado allí fruto del llamamiento en redes sociales que en su día realizó el exalcalde pedáneo de Soncillo, Luis Collado, para que se donaran libros a la localidad con el propósito de crear una biblioteca.

Oñate contó desde un inicio con el apoyo del nuevo equipo de gobierno municipal, cuyo alcalde, José Antonio García, lo es también de la pedanía. Pero enseguida vieron que la vivienda, aún estando en la céntrica plaza Carlos II, carecía de las condiciones adecuadas para albergar la biblioteca, al no disponer de electricidad o aseos. La alternativa fue la antigua Casa Sebastiana, que fue rehabilitada en 2007 con el objetivo de convertirla en Casa de Cultura y Oficina de Turismo, pero nunca ha llegado a serlo.

Ahora va a comenzar a serlo, como avanza el concejal de Cultura, Jesús Ángel Pérez. Ahora solo se utilizaba su primera planta para las clases extraescolares de inglés que el Ayuntamiento sufraga gratuitamente a los niños de Valdebezana. En la planta baja, la flamante biblioteca está casi lista con dos salas, la de adultos y la de lectura y juegos infantil.

Tras incontables horas de trabajo, ha ido tomando forma y suma 3.200 libros para adultos y poco más de mil para niños. Oñate ha creado un registro informatizado y ordenado alfabéticamente de los volúmenes por el nombre de sus autores. Después ha ido numerando cada una de las baldas, que el mismo ha colocado y localizando los libros por el número de la balda, gracias a lo que podrá localizar sin esfuerzo cada libro, solo mirando en su ordenador. El bibliotecario voluntario de Soncillo se jubiló del sector de la banca y del mundo empresarial hace más de una década. Pero siguiendo los consejos de una profesional del ramo ha podido ponerlo todo en orden.

Muchos han sido los donantes que se han ido desprendiendo de los textos que ya leyeron ellos o sus hijos. Nadie los ha contabilizado, pero entre todos sus granos de arena han hecho posible este nuevo servicio municipal, que se inaugurará el 2 de agosto. Oñate afirma que «ya hay vecinos con ganas de venir a coger libros» y prevé abrir el servicio de préstamo en julio sin esperar a la inauguración. Aún no está cerrado el horario ni la periodicidad, pero él mismo también va a acudir un par de tardes por semana en verano y los sábados por la mañana, en invierno. Si algún lector empedernido quiere conocer el catálogo completo de la biblioteca lo tendrá a su disposición descargándose los documentos Excel donde están ordenados.

Aún nadie ha dado un paso al frente, pero si surgen más voluntarios estará encantado de sumar manos a esta iniciativa altruista con la que le gustaría introducir a los enanos en la lectura y promover el uso de la biblioteca por parte de los alumnos del colegio». Oñate fue muy lector. De hecho, muchos de sus libros están ahora en la biblioteca municipal. En la pandemia dejó aparcada la lectura por los puzzles y «ahora he vuelto con ganas a la lectura». «Un Ken Follet» está sobre su mesilla. En Casa Sebastiana ya han puesto un gran cartel azul con letras blancas que dice: Biblioteca municipal Valle de Valdebezana. Pasen y lean.