Redobles que marcan la vuelta a casa

I.L.H. / Burgos
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Matt de Vallejo, baterista de Aitana o Mónica Naranjo y compositor de cabeceras de series como '4 estrellas', ha apostado por montar un estudio de grabación remota en Burgos, su ciudad natal

Desde DMV graba para todo tipo de artistas, de flamencos a heavys. Y también compone. - Foto: Luis López Araico

Sus primeros pasos profesionales en los escenarios fueron con el proyecto en solitario de Leo Jiménez, el que fuera cantante de Saratoga, para continuar después con bandas heavys de ese estilo como Ankhara. Luego le fueron llamando otros artistas para sus giras nacionales e internacionales como Mónica Naranjo, Andy y Lucas y Aitana, con la que Matt de Vallejo (Burgos, 1989) irá de bolo en bolo cuando saque el nuevo disco. Y con Cepeda, Álvaro de Luna... o quien le llame.

Esa vida nómada, de concierto en concierto, le mantenía amarrado a Madrid, donde marchó en 2007 para estudiar y le atrapó la música en directo. «Lo mejor de esa vida es ver cómo se cristaliza todo el esfuerzo que has hecho: las horas que te tiras estudiando, los ensayos, prepararte el repertorio... Todo eso cuando llega el directo supone la satisfacción de decir 'aquí está'. Y es divertida la adrenalina que se necesita», resume de una de sus tres facetas musicales. 

Quería una sala con la que ofrecer desde acústica reverberante a seca»

Para la insonorización del estudio utiliza fardos de paja.Para la insonorización del estudio utiliza fardos de paja. - Foto: Luis López Araico

En la capital trabajaba también como baterista, alquilando un estudio y grabando sus baquetas para los temas o discos que lo requerían. Y como compositor, creaba cabeceras o músicas para series como 4 estrellas o Benidorm Fest 2023, de RTVE, u otros proyectos. Hasta que Madrid le resultó demasiado incómodo para compaginarlo con su creatividad. Y decidió hacer todo eso, pero desde casa.

De vuelta en Burgos, Matt de Vallejo abrió hace unos meses un estudio de grabación remota de baterías. «La idea de tener mi propio estudio es algo que tenía en la cabeza desde que empecé a tocar. Pero hasta ahora no había podido materializarlo», subraya. 

Lo que más le gusta del estudio es el control de la creatividad. «Tienes todo al alcance»


MDV DrumLab es hoy una realidad desde la que el músico burgalés graba para producciones de todo tipo y en cualquier parte del mundo. Diseñado por AJOArquitectos, dispone de 35 metros cuadrados forrados de paja, cuatro metros de altura y superficies no paralelas para conseguir una acústica variable: «Quería una sala en la que ofrecer un amplio abanico de posibilidades, desde acústica reverberante a seca», detalla mientras mueve hacia atrás los micros de ambiente «para que capten así más el eco, que es algo que a determinados productores les gusta mucho», añade.

La música es infinita y te puedes morir aprendiendo batería»

Desde ahí prepara los conciertos que Aitana dará en junio en Madrid, grabo hace unas semanas la batería para un tema del guitarrista Tony Hernando, «que está haciendo un proyecto de hard rock», y acaba de hacerlo para el último single de Kiko y Shara con Demarco Flamenco. Además compone la música que le piden o la que le apetece. «Lo que más me gusta del estudio es tener el control de la creatividad. Es verdad que la música es infinita y te puedes morir aprendiendo batería, pero lo bueno de componer es que te permite crear desde música orquestal a electrónica, funk... Tienes todo a tu alcance». Desde ese eclecticismo no descarta tampoco participar en un musical o tocar en el foso de una orquesta. «Nunca lo he hecho y me gustaría probar a ver qué tal».

Pero tendrá que ser si sus tres facetas musicales se lo permiten, teniendo en cuenta que las giras nacionales e internacionales son las que más calendario ocupan, aunque a los bateristas no siempre se les vea sobre el escenario: «A menudo estamos escondidos -bromea-. A la persona que diseña los visuales, que ahora se llevan mucho, los músicos le estorban», dice entre risas. Pues a Matt de Vallejo tendrán que oírle.

A menudo los bateristas estamos escondidos. A la persona que diseña los visuales, que ahora se llevan mucho, le estorbamos»