Una sutura que reunió y transformó la ciudad

D. ALMENDRES / Burgos
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El muro que separó el norte y sur dio paso a un escenario abierto. La construcción del bulevar sobre la huella del paso del tren entregó a los burgaleses un espacio para apostar por el urbanismo moderno

El desarrollo del bulevar se reactiva con el cierre del anillo y la construcción de cuatro torres. - Foto: Luis López Araico

Una sutura que reunió y transformó la ciudad. Fue Christine Biswanger, socia del estudio Herzog y De Meuron y responsable del proyecto transformador ideado para la capital, quien aclaró hace 20 años en una entrevista a Diario de Burgos que los ritmos del profundo cambio urbanístico definido por los expertos suizos en el 'masterplan' estarían determinados por el mercado.

Todo estaba preparado para desarrollar en el largo plazo la gran apuesta urbanística de la ciudad en el primer cuarto de siglo junto a la construcción del MEH. La idea era clara y los detalles estaban definidos. Sin embargo, Biswanger dio en el clavo en su análisis conservador porque la crisis económica que asomaba en el horizonte con negros nubarrones dio al traste con parte de la planificación. 

La circunvalación interna salió adelante para cicatrizar la herida urbanística generada por las vías del tren y para oxigenar la ciudad a través de ese corredor conocido como bulevar. Sin embargo, muchas propuestas planteadas entonces a ambos flancos de la vía quedaron en barbecho o tuvieron que redefinirse después. 

Pasadas dos décadas de la presentación del 'masterplan' aún queda mucho camino por recorrer, pero el nuevo Burgos fue pronto una realidad que tuvo un impacto social y comercial clave. Una realidad reforzada hoy con el cierre del anillo y la construcción de cuatro torres que dinamizarán el día a día del entorno de la vieja estación.

Desde el primer momento el corredor creado sobre la huella que dejaron el balasto y el hierro dotó a todo el trazado impulsado desde Capiscol al Barrio de El Pilar (con conexión en Fuentecillas) de una idiosincrasia propia, moderna y ajustada a los cánones urbanísticos del futuro. 

A la vez, la histórica separación del eje norte-sur representada por un infame muro que obligó a construir barrios enteros de espaldas a las vías dio paso a un nuevo escenario abierto que integró en la trama urbana a puntos históricos como Santa Clara, Las Casillas, La Nevera, San Julián, El Crucero, San Agustín o San Pedro y San Felices. También 'acercó' otros barrios como Cortes.

El estudio suizo ya advirtió que el ritmo del mercado determinaría el desarrollo del plan


El concepto defendido por el 'masterplan' permitió que el bulevar entregara muchos espacios a todos los ciudadanos para agilizar una transformación que no se centra únicamente en regenerar la primera línea de actuación. La eliminación de los pasos a nivel en diciembre de 2008 dio oportunidades a aquellos sectores que quedaron aislados al otro lado del muro y que vieron mejoradas sus comunicaciones y su interacción con la otra parte de la ciudad.

Hace 20 años el estudio suizo presentó en sociedad las primeras maquetas del 'masterplan' y más de 8.000 burgaleses se acercaron a conocer de primera mano la muestra expuesta durante 15 días. La impronta del bulevar se distingue a la legua de principio a fin, si bien esos 12 kilómetros de trazado no se han transformado al cien por cien en los términos imaginados por Herzog y De Meuron.

El Burgos del futuro quedó definido. Tan profunda fue la planificación que en su momento se generó el debate técnico sobre si aquella iniciativa era un Plan General encubierto. Lo cierto es que el estudio suizo apostó por aprovechar la oportunidad de liderar una transformación histórica de la ciudad que no solo afectó al bulevar, sino que se trasladó a otros sectores relacionados con el desvío.

Descartados el campo de fútbol o la estación intermodal
El 'masterplan' definió una transformación urbanística que fue mucho más allá del bulevar, aunque algunas propuestas siguen a la espera de su desarrollo y otras no tardaron en caer en el cajón del olvido.

El S-27, sector conocido como la 'Ciudad del AVE' aguarda su urbanización para levantar 2.000 viviendas en una hilera de torres entre el HUBU y Rosa Manzano.Allí se planteó la construcción de una estación intermodal que luego no fue prioritaria.También se quedaron en el camino la nueva plaza de toros, el nuevo campo de fútbol y el Pinar de Villacienzo.